El Programa de Prevención de Errores de Medicación de Cataluña, a través del que se notifica de manera voluntaria y anónima cualquier error en el proceso del medicamento, desde su fabricación hasta su administración, detectó durante al año 2015 un total de 544 errores.
Según las notificaciones realizadas durante ese ejercicio, el 59% de errores no llegaron al paciente, mientras que, de los que sí lo han hecho, a un 1,9% le ha causado algún tipo de lesión. Un 1,1% del total de casos precisaron de tratamiento o tuvieron una lesión temporal, mientras que el 0,6% tuvieron que ser hospitalizados. Del total de errores, uno produjo la muerte del paciente o contribuyó a ella.
Respecto al origen de las notificaciones, el 77,9% provino del ámbito hospitalario, seguido de las residencias geriátricas (18%), los centros sociosanitarios (12,3%) y de atención primaria (4,1%). En la farmacia comunitaria sólo se detectan el 1% de errores de medicación del Programa. Los grupos terapéuticos más implicados en las notificaciones han sido los antiulcerosos, analgésicos y antipiréticos, ansiolíticos y anfiinflamatorios.
El punto de la cadena terapéutica donde se registraron más casos fue el de la prescripción (31,2%), seguido por el momento de la administración (24,3%). Los errores que se producen como consecuencia de la forma farmacéutica del medicamento (por similitud de envases o de nombres, o por etiquetado incompleto o equívoco) suponen el 9,1% del total. Los provocados por una dispensación incorrecta se encuentran en el cuarto lugar (8,8%), mientras que los producidos por falta de información suponen el 7%.