El director del Área de Farmacia y Medicamentos del Consorcio de Salud de Cataluña, Antoni Gilabert, participó en las IX Jornadas Farmacéuticas Canarias y dio algunas claves que, según él, ayudarían a la oficina de farmacia a ganar algunas de las batallas que tiene abiertas como sector actualmente, como es la recuperación de medicamentos innovadores que se han desplazado al hospital y también la atención a centros sociosanitarios.
Así, lejos de poner el énfasis en aspectos como la proximidad o la capilaridad, que, no obstante valoró positivamente, apuntó a la aportación que pueden hacer las boticas al SNS “si tienen la capacidad de convertirse en una farmacia clínica que colabora con el resto de profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS)” como su principal valor.
En lo que respecta a las innovaciones que se han desplazado de la botica al hospital, recordó que estos nuevos medicamentos muchas veces “tienen un coste alto, requieren de una cierta especialidad, son más complejos, tienen reacciones adversas, requieren un seguimiento y la coordinación asistencial es clave”. Sobre la atención sociosanitaria, explicó que los que hay en estos centros son “pacientes con alta morbilidad, cronicidad, alta problemática relacionada con medicamentos, etc.”.
Por todo ello, incidió en que la posibilidad de que la farmacia recupere terreno en estos ámbitos no depende tanto de los costes, sino del valor que pueden aportar las farmacias con “el seguimiento farmacoterapéutico, en la evitación de errores de medicación con la revisión de la medicación, en la prevención y la promoción de la salud, todo ello buscando alianzas con otros profesionales, contribuyendo a la continuidad asistencial”.
Vertiente comercial vs. vertiente clínica
Según Gilabert, para poder dar ese paso la farmacia estar condicionada por un freno, que es, dijo, “el que tiene que luchar contra el río del mercado, que le empuja siempre al aspecto más comercial y menos al asistencial”.
Además de hacer su diagnóstico de la situación y proponer un planteamiento estratégico que pueda ayudar a la farmacia, el director de Farmacia y Medicamentos del Consorcio catalán llegó a proponer un sistema alternativo de remuneración. En este sentido, si en financiación de medicamentos se ha innovado con la introducción de tarifas farmacológicas, acuerdos de riesgo compartido, e incluso se comienza a hablar de pago por soluciones, se preguntó por qué la farmacia no se propone “una doble facturación, una por la dispensación de los medicamentos y otra por los honorarios de los servicios”. ”Quizás así nos podría dar una pista para buscar ese valor”, concluyó.
