Los programas que dan soporte al paciente ofrecen una respuesta rápida y eficaz a los nuevos desafíos a los que tiene que enfrentarse el sistema sanitario como la vejez de la población, la cronicidad, la dependencia y la incorporación de la innovación en equilibrio con la sostenibilidad.
Es lo que se desprende del compendio ‘Estrategias para Avanzar: Programas de soporte a pacientes y Acuerdos de Riesgo Compartido’, que recoge las principales conclusiones de las jornadas celebradas en el Seminario sobre Gestión en Farmacia Hospitalaria para Directivos organizado por la Universidad Menéndez Pelayo y la biofarmacéutica UCB.
El director de Farmacia del Departamento de Salud del Gobierno Vasco, Iñaki Betolaza, ha explicado en la presentación del libro que “los programas de soporte a los pacientes están adquiriendo una mayor relevancia debido al cambio de paradigma social y sanitario en el que nos encontramos, con una sociedad cada vez más longeva y con mayor número de enfermedades crónicas. Euskadi tiene una dilatada experiencia en el desarrollo de programas de Atención Farmacéutica a los pacientes. Fuimos pioneros en la implementación de programas como éste, y seguimos avanzando en su implantación, en colaboración con las oficinas de farmacia vascas. Así, a los iniciales programas de dispensación de metadona y tests rápidos de cribado del VIH, le han seguido otros como el programa de Pacientes Crónicos Polimedicados (600 pacientes diabéticos tipo II) y el programa de Mejora de la Medicación a pacientes atendidos por los servicios de ayuda domiciliaria de los ayuntamientos (800 pacientes). Además, estamos trabajando en un tercer programa de Seguimiento Farmacoterapéutico para personas con diabetes tipo II. Desde el Departamento de Salud del Gobierno Vasco valoramos muy positivamente este tipo de proyectos por ser altamente efectivos”.
En palabras del consejero de salud del Gobierno Vasco, Jon Darpón, “precisamos un sistema sanitario más centrado en la salud; más centrado en las necesidades individuales de las personas, y en las de colectivos específicos de pacientes; más centrado en el entorno comunitario, en la Atención Primaria y en mejor comunicación con la atención hospitalaria. En Euskadi, apostamos también por un modelo de gestión de la prestación farmacéutica que ponga en valor la farmacia comunitaria y su integración con el resto de agentes del sistema de salud. Un modelo en coordinación con la Atención Primaria, Especializada y los Servicios sociales y en línea, asimismo, con la Estrategia de Integración Sociosanitaria vasca a través del desarrollo de programas de atención farmacéutica que aporten valor, sean coste-efectivos y generen un efecto demostración”.
Incorporar la innovación
Otra de las claves que permitirá un acceso más rápido de los pacientes a la innovación desde la coherencia y la racionalización del gasto sanitario es la búsqueda de nuevas fórmulas de financiación. Las innovaciones terapéuticas garantizadas por el Sistema Nacional de Salud han de cumplir un triple objetivo: la garantía de acceso de los pacientes, la sostenibilidad económica y una adecuada compensación de la aportación terapéutica. Para mantener un equilibrio entre estos objetivos y las incertidumbres que puede generar un nuevo medicamento se dibujan nuevos contextos donde hay que compartir los riesgos e implementar experiencias de pago por resultados.
Una medida que están dando buen resultado son los acuerdos de riesgo compartido donde industria y pagador de la innovación comparten intereses y riesgos. Sin embargo los acuerdos de riesgo compartido no se pueden aplicar de manera sistemática, sino que deben ser el resultado después de evaluar una metodología rigurosa y contrastada a partir de un algoritmo de decisión sobre el modelo de pago más adecuado en función de las innovaciones.
“El reto de la innovación farmacológica supone abordar nuevas fórmulas de financiación como son los acuerdos de riesgo compartido. Estas nuevas fórmulas requieren de un fundamento científico y de una metodología contrastada y rigurosa, así como de algoritmos de decisión que nos permita orientar la decisión hacia este sistema de pago. En Cataluña hemos sido pioneros en la implantación de estas nuevas fórmulas de financiación basadas en acuerdos de riesgo compartido en base a resultados, y contribuimos en este curso y este libro a la difusión del conocimiento adquirido y de la metodología necesaria para su desarrollo”, ha subrayado Antoni Gilabert, gerente de Farmacia y del Medicamento del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) y co-director del seminario]
Tanto los programas de soporte al paciente como las nuevas fórmulas de financiación de la innovación se vislumbran como potentes herramientas que permitan hacer frente a los nuevos desafíos que se plantean al sistema sanitario. Estamos ante una etapa en la que se deben valorar los proyectos e iniciativas desarrollas en las distintas autonomías y en otros países con el fin de identificar la posible aplicación de aquellas estrategias exitosas a nuestro propio sistema.