Artículo de opinión de Eduardo L. Mariño, catedrático de Farmacia Galénica de la Universidad de Barcelona y director de la unidad de Farmacia Clínica y Atención Farmacéutica
Diversos autores fijan los inicios de la Farmacia Clínica con el Prof. L.W. Rising en la Universidad de Washington, a comienzos de los años 40 del siglo pasado. Este profesor ideó una novedosa forma de docencia que lamentablemente pronto fue prohibida, quedando la Farmacia Clínica desaparecida hasta mediados de los años 60, cuando fue retomada por un grupo de profesionales de hospital.
En 1967 fue P.F. Parker quien publica una importante definición de Farmacia Clínica, que traducida nos dice que es un concepto o una filosofía que hace énfasis en el uso apropiado y seguro de los medicamentos en los pacientes. Ente énfasis se hace sobre el medicamento aplicado al paciente.
De esta manera, sin perder el interés por el medicamento, se empieza a poner el foco en el paciente, constituyendo una práctica profesional importante que fue ampliamente conocida y que, en algunos países también se incorporó en la formación universitaria de los futuros farmacéuticos.
A nivel estatal su desarrollo en los años 70 y 80 ya era notable, casi exclusivamente en el ámbito hospitalario y de atención primaria, aunque también había importantes y reconocidas excepciones en Farmacia Comunitaria, donde claramente desde hacía tiempo se había perdido la función inicial de fabricar medicamentos y se encontraba en una fase de evolución hacia actividades más asistenciales. Haciendo una notable simplificación, podíamos decir que la función del farmacéutico en la Farmacia Clínica era especialmente la de informador coincidiendo en buena medida con la era de la información.
Es en el año 1990 cuando el Prof. C. Hepler y la Prof. L. Strand de la Universidad de Florida en Gainesville publican una definición de Atención Farmacéutica, diciendo que es la provisión responsable de terapia con medicamentos con el propósito de alcanzar resultados definitivos que mejoren la calidad de vida de los pacientes. Estos resultados son (1) cura de una enfermedad, (2) eliminación o reducción de una sintomatología, (3) detener o ralentizar el proceso de una enfermedad o (4) prevenir una enfermedad o sintomatología.
Hemos llegado ya a la era de la Comunicación y ahora el proceso de la relación con los pacientes es más biyectivo. No sólo se trata de informar, sino de comprobar la utilidad de la información y si es necesario para mejorar la respuesta del paciente, proponer un cambio en el esquema terapéutico.
En las Universidades españolas tanto la Farmacia Clínica como la Atención Farmacéutica eran unas completas desconocidas oficialmente y no es hasta el año 1992 cuando en la Universidad de Barcelona creamos la asignatura troncal y obligatoria de Farmacia Clínica y Farmacoterapia, que se publica en el BOE de 1993 de forma pionera en los conocidos como planes de estudios homologados de Farmacia. Poco después prácticamente todas las Universidades españolas que impartían los estudios de Farmacia incluyeron la Farmacia Clínica, como asignatura obligatoria en sus planes de estudio.
En 1999 aparece el denominado Documento de Bolonia que suponía que debían hacerse en la docencia universitaria unos cambios que serían evaluados en 10 años y que. Aunque tardamos más tiempo de lo previsto, fue un aliciente para que en algunas Universidades se introdujera la docencia de la Atención Farmacéutica, aunque en algunos casos figura como asignatura optativa y en otros ni siquiera existe.
A nivel estatal nos encontramos que en cada Universidad los Departamentos presentan una denominación altamente heterogénea. Sin embargo, lo que es común en todas las universidades son las áreas de conocimiento, que en nuestro caso es la de Farmacia y Tecnología Farmacéutica que es prácticamente exclusiva de las Facultades de Farmacia y que incluye las típicas Farmacias Galénicas, Biofarmacia y Farmacocinética, entre otras asignaturas más o menos clásicas. Buena parte del Profesorado de este área de conocimiento genuina de Farmacia se encuentra en la Sociedad Española de Farmacia Industrial y Galénica (SEFIG), que en su último congreso celebrado en Sevilla se presentó un documento sobre lo que puede aportar nuestra área a la docencia de Farmacia Clínica y Atención Farmacéutica como formación obligatoria, tal y como venimos haciendo en las universidades de los autores de este documento la Prof. E. López Pintor (Universidad Miguel Hernández de Elche), la Prof. P. Modamio y yo mismo como coordinador (Universidad de Barcelona) y que queremos difundir como información de mínimos muy básicos, esperando que pueda ser de interés general y de ayuda para la implementación, al menos de estas disciplinas, en todas las universidades, ahora que parece cercano un nuevo cambio del plan de estudios de Farmacia.
¿Qué formación debe aportar nuestra área de Farmacia y Tecnología Farmacéutica al estudiante de Grado en Farmacia? Una propuesta de mínimos?
Documento de Sevilla
BLOQUES TEMÁTICOS
1º bloque: Situación nacional e internacional de la Farmacia Clínica y la Atención Farmacéutica:
- Principales centros universitarios a nivel nacional e internacional
- Principales sociedades/asociaciones científicas/profesionales a nivel nacional e internacional
- Aspectos éticos y responsabilidad profesional
2º bloque: Aspectos generales y fundamentos de la Farmacia Clínica, la Atención farmacéutica y actualidad profesional
3º bloque: Procesos y manejo del Uso Racional del Medicamento. Cadena terapéutica. Equipo multidisciplinario
4º bloque: Información sobre fármacos y medicamentos y comunicación.
5º bloque: Seguridad en el uso de los medicamentos. Errores de medicación (EM) Problemas Relacionados con los Medicamentos (PRM). Resultados Negativos de la Medicación (RNM). Farmacovigilancia
6º bloque: Cumplimiento, adherencia, persistencia terapéutica
7º bloque: Conciliación de la medicación
8º bloque: Estudios clínicos y Práctica basada en la evidencia
9º bloque: Farmacotecnia clínica
10º bloque: Poblaciones clínicas más relevantes y uso de medicamentos
11º bloque: Atención Farmacéutica: Indicación
12º bloque: Atención Farmacéutica: Dispensación
13º bloque: Atención Farmacéutica: Seguimiento farmacoterapéutico
14º bloque: Otros Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales
15º bloque: Investigación y publicación de resultados en Farmacia Clínica, Atención Farmacéutica y Farmacia Asistencial
16º bloque: Avances y perspectivas de futuro en la Farmacia Clínica, Atención Farmacéutica y Farmacia Asistencial
SEMINARIOS Y PRÁCTICAS:
Podrán realizarse en diferentes modalidades, al menos:
- - A nivel informático en modo presencial y “on line”, como búsqueda de información especializada.
- - En los laboratorios clásicos de las Facultades.
- - En los laboratorios/aulas asistenciales, simulando competencias como la de la Comunicación.
- - En centros Socio-Sanitarios, Hospitales, Farmacias Comunitarias y Centros de Atención Primaria.
Justificación con el Área de conocimiento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica
- Completando otras asignaturas del Grado (¿ + máster?) de Farmacia también adscritas a nuestra área de conocimiento, como la Biofarmacia y Farmacocinética, Farmacia Galénica, Tecnología Farmacéutica, … estas asignaturas de Farmacia Clínica, Atención Farmacéutica y Farmacia Asistencial tienen el objetivo general y único de que sin perder de vista al medicamento, el estudiante relacione claramente el medicamento y su entorno con el paciente y/o cuidador.
- Son objetivos específicos:
- Colaborar para conseguir medicamentos, seguros, eficaces, correctamente identificados y con la información apropiada
- Fomentar los comportamientos éticos en las actividades del futuro farmacéutico como profesional sanitario, trabajando en valores como la solidaridad, confidencialidad, etc.
- Adquirir los conocimientos que le permitan evaluar los datos científicos relativos a los medicamentos para poder proporcionar sobre esta base información adecuada.
- Analizar la terapéutica medicamentosa a través de una visión global del medicamento respecto a su adecuada utilización en el contexto de la asistencia sanitaria.
- Alcanzar la competencia adecuada en cuanto a la aplicación de sus conocimientos en situaciones clínicas y el establecimiento de la comunicación del farmacéutico con el resto de profesionales de la salud.
- Son asignaturas que permiten adquirir competencias relacionadas con el rol del farmacéutico, como profesional de la salud, enfocadas principalmente a la actividad profesional asistencial, cuyo principal objetivo es el de garantizar un uso seguro, responsable, efectivo y eficiente de los medicamentos, así como de desarrollar servicios, e intervenciones sanitarias que tengan como objetivo último optimizar los resultados en salud.
- Requieren integrar conocimientos adquiridos durante el grado (¿+máster?), pero presentan su propio cuerpo de doctrina. Tienen contenidos, metodología y procedimientos específicos.
- Deben ser la antesala de la asignatura Estancias / Prácticas Tuteladas, eminentemente práctica y obligatoria para ser cursada por todos los estudiantes, también por Directivas Europeas y que de acuerdo con las competencias explícitas en la “ORDEN CIN/2137/2008, de 3 de julio, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de Farmacéutico”, pensamos que debería estar adscrita a nuestra área de conocimiento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica.
Eduardo L. Mariño es catedrático de Farmacia Galénica de la Universidad de Barcelona y director de la unidad de Farmacia Clínica y Atención Farmacéutica