Un reciente sondeo del Ministerio de Industria pone de manifiesto que el 80,4% de los ciudadanos confían “mucho” o “bastante” en el profesional de farmacia, mientras que internet y las redes sociales son las fuentes de información menos fiables, con un 38% y un 13,3%, respectivamente.
De hecho, atendiendo a los diferentes intervalos de edad, siete de cada diez encuestados de edades comprendidas entre los 35 y los 49 años afirman haber entrado a una farmacia a solicitar consejo, y lo mismo declaran seis de cada diez personas de 50 a 64 años.
Cuando se trata de obtener información de salud, los ciudadanos se inclinan por la fuente más tradicional: el cara a cara con el médico 88,7% o el farmacéutico 67,1%. De la información proporcionada por internet los encuestados dicen que es de difícil comprensión, muy especializada.
A partir de 5.000 encuestas, llevadas a cabo por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI), se ha visto que un 62% de las personas con estudios universitarios consultan al farmacéutico, una proporción algo más elevada entre las personas con estudios de secundaria (72%).
Actitud ante la compra de medicamentos por internet
En 2013 entró en vigor el Real Decreto 870/201310 que regula la venta de medicamentos no sujetos a prescripción médica a través de internet. No obstante, la evolución de este canal de venta “ no ha sido muy significativa”, señala el informe. De acuerdo con sus resultados, sigue siendo muy poco habitual la compra de medicamentos en internet: sólo el 6,2% de la ciudadanía afirma haber adquirido alguna vez productos relacionados con la farmacia o la parafarmacia.
Entre quienes sí se han decidido a hacerlo, el principal motivo es conseguir el producto más barato (59% de los encuestados), además de la comodidad (39,9%). De todas formas, el balance de este sondeo es que “la compra de productos de farmacia y parafarmacia a través de internet es un hecho marginal”, por su novedad y porque “pocas farmacias se han sumado a esta práctica”.