La legislación obliga a las oficinas de farmacia a ser identificadas con una cruz, dado que se tratan de establecimientos sanitarios de interés público. La normativa que regula las características de esta señal varía en función de la comunidad autónoma y del municipio, aunque no tiene por qué existir normativa municipal al respecto.
Por tanto, las farmacias deben cumplir con unos requisitos más o menos restrictivos en cuanto al uso de la cruz en función de su ubicación. Por este motivo, es importante, antes de instalar uno de este elemento, que el titular de la farmacia se informe bien sobre cuáles son las condiciones se deben cumplir, aconseja Mario Peñalver, del Departamento Comercial de RotulosElectronicos.net.
Una de las regulaciones más limitativas es la de Barcelona, cuyas farmacias tuvieron que adaptar sus cruces a las exigencias fijadas por la Ordenanza de Usos del Paisaje Urbano del año 1999 (aunque no empezó a aplicarse hasta el 2006, tras un acuerdo con el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona). Así, las cruces de esta ciudad tienen que medir 60 por 60 centímetros si están en calles con anchura inferior a 10 metros, o 70 por 70 centímetros, si la calle superar los 10 metros de ancho. Además, no pueden tener efectos lumínicos y la intensidad de la luz está limitada.
También de las más restrictivas es la normativa en Granada, aprobada en 2001 como el Plan Centro, pero que se empezó a aplicar en 2014. En esta ciudad, la cruz debe ser verde y medir como máximo 50 centímetros y estar a una altura no inferior a 2,20 metros, las luces no pueden ser parpadeantes, ni llevar texto, ni indicadores de temperatura u hora. Lo más llamativo es que las cruces deben tener un brazo articulado para que, cuando estén abiertas o de guardia, se desplacen y sobresalgan de la fachada, con el fin de ser más visibles a los ciudadanos.
Madrid tiene reguladas las cruces a través de la Ordenanza Reguladora de la Publicidad Exterior, del año 2009. Básicamente, tienen que ser de malta o griegas de color verde, medir 125 centímetros como máximo, tener iluminación fija, sin destellos ni mensajes móviles. En cambio puede figurar el horario de la farmacia si éste sobrepasa los establecidos con carácter general, sin que puedan contener ningún tipo de logo, referencia a la actividad, nombre, información o publicidad.
No siempre se cumple
El farragoso proceso normativo en ocasiones dificulta la instalación de nuevas cruces. En Barcelona, por ejemplo, los trámites para solicitarlo al Ayuntamiento por la realización de un estudio fotocromático realizado por un aparejador, a parte del pago de tasas, según explican desde el Departamento Comercial de Tecneplas. Los obstáculos y restricciones que suponen algunas regulaciones, así como los beneficios de utilizar la cruz como señalización visible, hacen que haya farmacias que no soliciten el permiso y que no cumplen al cien por cien con lo establecido por la normativa, de modo que sus señales exceden a lo permitido. “Es el elemento de señalización más importante que tienen, por lo que asumen el riesgo”, apuntan desde esta empresa.
En cambio, hay lugares donde la normativa es permisiva, como es el caso de Valencia. Esto posibilita hechos como la instalación de una cruz con forma de cubo de 180 por 180 centímetros, afirman desde Tecneplas.
Joaquín Morales, titular de la farmacia Massalud, en Massamagrell (Valencia), que realizó una reforma de su farmacia el pasado año, considera positiva una homogeneización de las características mínimas en el formato y uso de las cruces, puesto que mucha variabilidad puede confundir al ciudadano. En su opinión, es fundamental que la oficina de farmacia utilice las de color verde, puesto que el usuario ya las identifica con este color, y no azules, como las de parafarmacias o clínicas veterinarias. También ve importante de cara a lo que pueda percibir la población que sea obligatorio que la luz esté apagada mientras la farmacia esté cerrada.
Nuevas tendencias: full colour
Lo más novedoso en cuanto a diseño de cruces se refiere son las de pantallas full colour, que permiten visualizar imágenes y vídeos; sin embargo, nuevamente, la normativa puede suponer una traba a la hora de utilizar este recurso. No es el caso de Morales, que dispone de una cruz de este tipo, aunque admite que en estos momentos no pone vídeos porque prefiere que los ciudadanos visualicen bien que se trata de la cruz verde propia de una farmacia.
A la hora de decidirse por una pantalla full colour (aquellas farmacias bajo una normativa que lo permita), es importante adquirirla en una empresa de confianza, señalan desde las empresas nacionales consultadas por Diariofarma. Hay quien las compra a compañías chinas, a través de sitios como la plataforma AliExpress (ver foto), donde el precio del producto es tan bajo como su calidad. “Nosotros competimos en calidad y servicio técnico, y garantizamos menos averías”, apuntan desde Tecneplas.
Esta tecnología, que se utiliza más frecuentemente en la fachada y el escaparate, “es una manera dinámica y ecológica de hacer publicidad, puesto que la imagen y el vídeo captan mucho la atención del usuario”, subraya Peñalver, de RotulosElectronicos.net. Además, este hecho puede ser utilizado para que el uso de pantallas suponga una fuente de ingresos, si se acuerda con laboratorios la inserción de publicidad sobre sus productos.
Este experto destaca cuestiones técnicas a tener en cuenta a la hora de escoger cruz. Es importante que tenga un mínimo número de bombillas LED, para que tenga una buena visualización incluso de día. Así mismo, el consumo debe ser de unos 120 vatios la hora si el tamaño ronda los 90 por 90 centímetros. Tampoco es baladí que lleve una protección en caso de lluvia, o que tenga un ángulo de visión adecuado, para una mayor visibilidad, explica Peñalver.