Francisco González Lara, vicepresidente primero de la Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar), lo tiene claro: es preciso tener claro qué entendemos por farmacia rural. Y es que, explica, "son muchos, desde fuera y desde dentro de la profesión, quienes reparten certificados de qué es una farmacia rural y, lógicamente, toda clasificación está basada en criterios subjetivos, que van a depender de la institución u organismo que la realice".
Por eso, su intención es la de llegar a una definición que sirva para marcar un punto desde el que moverse. Y empieza citando, para ello, el informe 'La distribución de la Farmacia en el medio rural', publicado en 2014 por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), donde se analiza el nivel de accesibilidad a la asistencia farmacéutica por parte de la población de estos municipios.
En su informe, el CGCOF acude a la definición general de Medio Rural, recogida en la Ley 45/2007, del 13 de diciembre, para el desarrollo sostenible del medio rural. En función de los criterios que en ella se recogen, basados en población y densidad, Sefar calcula que serían unas 9.000 farmacias las que el propio CGCOF consideraría como rurales.
No obstante, González opina que la definición que más se acerca a la realidad de la farmacia rural sería la realizada por Sefar, complementada con la aplicación del Índice General de Ruralidad en Oficina de Farmacia en España (Igrofe). Para Sefar, la farmacia rural es aquella "ubicada en municipios que se encuentren en el medio rural, entendiendo como medio rural municipios cuya economía esté basada mayoritariamente en la ganadería y la agricultura y que cuenten con 1 o 2 farmacias”, algo que, en función de los criterios de nuevas aperturas vigentes en la mayoría de CCAA, se aproxima al tope de 5.000 habitantes para dos farmacias y al municipio rural de pequeño tamaño según la LDSMR.
Dicho esto, el vicepresidente de Sefar opina que "lo rural conlleva una graduación continua desde lo más rural a lo más urbano, es decir, un gradiente de ruralidad", para lo que sería necesario definir índices multifactoriales basados en diferentes parámetros que condicionan la ruralidad, algo en lo que habría trabajado Rosa Ana Torrecillas, farmacéutica con experiencia en el medio rural, en cuya tesis 'Farmacia Rural y Atención Farmacéutica en España', propone el cálculo del grado de ruralidad atendiendo a diferentes parámetros, y siguiendo una fórmula determinada: propone el desarrollo de un Índice General de Ruralidad en Oficina de Farmacia en España (Igrofe), realizado a partir de la adaptación del índice de ruralidad de Canadá (General Practice Rurality Index for Canada ó GPRI) a España.
Un índice determinado por cinco parámetros
La autora parte del estudio de municipios que dispongan de, al menos, una oficina de farmacia y trata de aplicar los primeros cinco parámetros (distancia en kilómetros a un hospital; distancia en kms a un centro de urgencia; población del municipio; número de médicos generales que atienden a la comunidad en un radio inferior a 25 km, y número de especialistas que atienden a la comunidad) de los seis que define el índice GPRI, obteniendo un índice aditivo ponderado, que además se ha estandarizado, para que presente una media de 0 y una DE de 1. Los valores positivos indicarían el carácter rural del municipio donde se emplaza la farmacia, y los valores negativos su carácter urbano. Para determinar el índice Igrofe, calculó la media y DE de la suma ponderada de la totalidad de la muestra (147 municipios de menos de 5.000 habitantes), presentando este índice Igrofe un valor máximo de 1,15 (oficina de farmacia en municipio más rural) y mínimo de -2,69 (oficina de farmacia en municipio más urbano), con valores nulos de dicho índice en farmacias establecidas en localidades que se encontraban en transición de zona rural a urbana.
De la aplicación de los criterios de Sefar, matizados por la aplicación del índice Igrofe, se extraería, según González, que existen unas 4.000 farmacias rurales en España. Rurales, que no VEC, ya que, concluye el vicepresidente de Sefar, "aunque todas las rurales comparten la penosidad en el ejercicio, el aislamiento, el exceso de guardias, la falta de conciliación y una progresiva despoblación, que lleva a una pérdida de beneficios generalizados", no en todos los casos llega al límite de que se considere en peligro su viabilidad económica.
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Carmen Martínez, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados: 
Margarita de la Pisa, eurodiputada de Vox.: 
Ion Arocena, director general de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio): 
Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad: