Las sociedades de Medicina Interna (SEMI), Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), Neumología y Cirugía Torácica (Separ), Médicos de Atención Primaria (Semergen) y Médicos Generales y de Familia (SEMG) han firmado un manifiesto, de cara a la aplicación de las medidas progresivas de desescalada, en el que realizan una serie de propuestas encaminadas a "evitar la congestión de los servicios de atención hospitalaria y primaria" y afrontar esta nueva etapa de la crisis sanitaria "con garantías". Entre ellas está la reorganización de la actividad asistencial para garantizar la atención a pacientes Covid-19 y recuperar la normalidad con los crónicos; un adecuado diagnóstico entre los sanitarios y medidas de protección, así como una dotación adecuada de recursos humanos para el aumento de la presión asistencial que se augura en los próximos meses.
Así, consideran que en el plano asistencial hay que responder a un doble desafío, derivado de la atención a los pacientes con Covid-19 a la vez que se recupera la normalidad y el seguimiento estrecho de los paciente crónicos. Para ello, consideran necesario "disponer de una estructura en el ámbito hospitalario para el seguimiento de casos Covid-19 con criterios de gravedad o complicaciones y siempre asegurando la continuidad asistencial con la Atención Primaria" y "potenciar la continuidad asistencial de las patologías crónicas complejas entre ambos niveles, promoviendo consultas virtuales, potenciando las historias clínicas compartidas y redefiniendo los circuitos asistenciales".
En el ámbito epidemiológico, resultaría "primordial facilitar a los médicos de familia y atención hospitalaria el acceso inmediato a las pruebas diagnósticas y promover la detección temprana de los casos posibles y proceder a su confinamiento y cuarentena; implantar el seguimiento continuo, tanto para el diagnóstico, como o para el seguimiento inmunitario, sobre todo de los que atienden directamente a pacientes; asegurar en todo momento las medidas de protección necesarias, que incluye EPIS a sanitarios, y dar directrices claras a la población sobre la reducción de las consultas presenciales y la necesidad de seguir respetando las medidas de protección colectiva".
Finalmente, en lo que respecta a los recursos humanos, auguran un aumento de la presión asistencial que "pueden generar demoras inaceptables y un importante deterioro de la calidad asistencial". Por eso, recomiendan "renovar contratos al personal involucrado en la atención Covid-19, mantener la prórroga prevista de residentes de último año y contratarlos como adjuntos con contratos acordes a su nueva categoría profesional, y valorar la ampliación de plantillas en todos los ámbitos sanitarios, hospitalarios y extrahospitalarios".