Portavoces de la farmacia dan ideas para hacer de lo excepcional la norma

Los presidentes de los colegios oficiales de farmacéuticos (COF) de Cantabria y A Coruña, Rita de la Plaza y Héctor Castro, y el ex presidente del COF de Barcelona, Jordi de Dalmases, han participado junto a la vicepresidenta de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac), Ana Molinero, en una mesa organizada en el IX Congreso de esta Sociedad para analizar las iniciativas surgidas durante la pandemia para mejorar la accesibilidad a los medicamentos, especialmente en el caso de pacientes vulnerables y dependientes, e identificar algunas ideas para conseguir que éstas se consoliden una vez que se supere la situación excepcional actual.

Tanto los representantes de los COF como Molinero se han referido, por un lado, a la entrega de medicamentos hospitalarios a través de las farmacias, con experiencias punteras en Cataluña y Cantabria, la atención farmacéutica domiciliaria, incluyendo la dispensación, que en Galicia ya estaba reconocida por la normativa, así como la renovación de recetas sin tener que acudir a los centros de salud, entre otras.

De Dalmases ha comenzado hablando del hecho de que, traes decaer la fase más dura de la primera ola, un total de tres comunidades autónomas de las que autorizaron la entrega de DH en farmacias desistieron de esa iniciativa, lo que le hace pensar que la farmacia comunitaria "no va a tener las cosas fáciles" para conservar estas competencias excepcionales.

A su juicio, el sector tiene que ser capaz, además de poner en valor su capilaridad y cercanía, de saber aprovechar "la organización que hay detrás de la farmacia", en referencia a las organizaciones colegiales y a la propia Sefac, "que nos hace fuertes, y que nos brinda estructuras de comunicación, como NodoFarma Asistencial, para poder estar todas conectadas" y así responder con univocidad frente a los retos que se planteen.

Por su parte, Castro ha subrayado la importancia de "definir bien la vulnerabilidad", es decir, el grupo de población que más se podría beneficiar de una consolidación de estas actuaciones por parte de los farmacéuticos, en colaboración con otras profesiones colindantes. Además, habría que diseñar estas intervenciones de tal modo que sean "asumibles para todas las farmacias, de modo que todas puedan ofrecer los servicios", y escoger aquellas donde estos establecimientos puedan aportar más valor.

Otras de las claves, a su juicio, es "desarrollar el marco legal", y aseguró que en Galicia se estaría trabajando precisamente en una mayor especificación de lo dispuesto en la Ley de Ordenación, que permite la atención farmacéutica domiciliaria en situaciones de vulnerabilidad y problemas de movilidad, de modo que ésta pueda hacerse "de forma más reglada".

Al aspecto normativo también aludió Molinero, quien consideró que ha llegado la hora de "dar cobertura legal a todo lo que se está haciendo, y no solo ahora, sino desde hace tiempo, en muchas CCAA", un objetivo en el que cree que deben trabajar, cada uno desde su parcela, tanto los COF como la propia Sefac. Se refirió, en este punto, a la entrega de DH, pero también a la atención farmacéutica domiciliaria, donde cree que puede ayudar mucho "trabajar con trabajadores sociales, profesionales de Atención Primaria, con sociedades científicas, y por supuesto con la Administración".

De la Plaza aportó el rayo de esperanza al resto de compañeros, al indicar que en su comunidad autónoma están actualmente "en un proceso de negociación" para mantener la entrega de DH en las farmacias, y aunque no quiso dar detalles de la misma se mostró convencida de que "va a haber una continuidad".

Lo que sí avanzó es que se está trabajando para "mejorar el protocolo", tras recordar que el que ha servido para la urgencia de la pandemia lo elaboraron "en un fin de semana" y sobre la base del que les envió el COF de Barcelona. "Esperamos que las farmacias puedan seguir entregando los DH muy pronto", y aludió a una encuesta que habrían realizado entre los beneficiarios de este servicio, de los que el, apuntó, "el 73% ha dicho que quiere continuar". En su opinión, un punto de apoyo "importante" para consolidar iniciativas como ésta pueden ser las asociaciones de pacientes.