Hace unos meses, se constituyeron varios grupos de trabajo en la Comisión Permanente de Farmacia (CPF). El objetivo era analizar si los medicamentos sujetos a reservas singulares debían continuar con dicha condición. A pesar de que los trabajos prosiguen, el director general de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia, César Hernández, tiene la certeza de que la implementación de estas reservas singulares, que implica que cerca del 75% de las innovaciones se dispensen en hospitales, necesita una revisión. “Tenemos que esforzarnos para que los medicamentos estén más accesibles a los pacientes, evitando que todos ellos vayan al hospital, y aún más, que tengan que permanecer allí para siempre”. El director general señaló que este enfoque es respaldado por “una gran mayoría de los miembros” de la CPF.
Hernández compartió esta reflexión durante su intervención en la clausura de la jornada ‘La Farmacia Española y su aportación a la construcción de la Unión Europea de la Salud’, un evento organizado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) que tuvo lugar en la sede de las instituciones europeas en España.
Las declaraciones del director general respondían a una petición previamente hecha por el presidente del CGCOF, Jesús Aguilar. El presidente colegial instó a “limitar el uso de la reserva singular exclusivamente a contextos clínicos y no por razones económicas”, subrayando que los medicamentos “deben estar lo más próximos posible a los pacientes”, o sea, en las farmacias comunitarias. Aguilar también enfatizó la necesidad de mejorar el acceso de la población a los medicamentos hospitalarios de uso ambulatorio a través de la dispensación colaborativa, garantizando así “la máxima seguridad para el paciente con la intervención de un farmacéutico en toda la cadena, incluida la distribución”.
La labor que están desempeñando los grupos de trabajo no se limitará a un análisis puntual de los casos en los que es necesario ajustar las condiciones actuales de dispensación y las reservas singulares establecidas. Más bien, será una tarea continua para evitar que ciertos medicamentos permanezcan en una situación administrativa que no les corresponda sin justificación.
Además, en el futuro, se contempla la revisión de las implicaciones que conlleva una calificación de diagnóstico hospitalario (DH) y la necesidad de un visado que, hasta el momento, está establecida.
Modelo sostenible
En su intervención, el director general reflexionó sobre la necesidad de redefinir lo que en el sector se entiende por sostenibilidad. Para Hernández, no solo el Sistema Nacional de Salud debe ser sostenible. Manifestó que “este concepto debe ampliarse a todos los actores, tales como la industria, las farmacias y los ciudadanos”, argumentando que “si para cualquiera de estos actores no es sostenible, el sistema no será efectivo”.
En relación con la sostenibilidad, Aguilar planteó al director general dos cuestiones referentes a la farmacia rural. Primero, solicitó garantizar que los depósitos de residencias de menos de 100 camas estén vinculados a oficinas de farmacia de su zona farmacéutica. Segundo, instó a implementar el programa de farmacia rural antes del cierre del año, compromiso que, al parecer, habría asumido el Ministerio.
Sobre el primer punto, el presidente del CGCOF señaló que del suministro a estas residencias “depende el futuro de la red de farmacias”. Aguilar hizo especial hincapié en las 4.400 farmacias ubicadas en municipios de menos de 5.000 habitantes, destacando que son una de las fortalezas de nuestro modelo de farmacia comunitaria. Según él, estas farmacias están destinadas a tener “un rol más relevante dentro del SNS, especialmente ante desafíos como el envejecimiento poblacional y la despoblación”.
Finalmente, Hernández enfatizó que, mirando al futuro, la cooperación será esencial para “fortalecer el sistema sanitario”. Por ello, subrayó la importancia de “demostrar generosidad por parte de muchos” y recalcó la necesidad de evitar “la creación de obstáculos innecesarios y prejuicios, con el objetivo de sacar el máximo provecho del sistema”. En relación a esto, resaltó que la capilaridad y el nivel de interacción de los ciudadanos con las farmacias “es significativamente mayor” en comparación con otros profesionales del sistema sanitario. Por lo tanto, abogó por “utilizar esta ventaja para edificar el sistema deseado, que sea accesible, sostenible y que se integre en un estilo de vida orientado al bienestar y la salud”.