El reconocimiento de los profesionales, el compromiso de la recuperación de efectivos, junto con un aumento de la inversión en Osakidetza y la atención a las demandas ciudadanas, concentran a grandes rasgos los planteamientos que colegios, sindicatos, partidos políticos llevarán este jueves a la primera de la reuniones que el consejero de Sanidad, Alberto Martínez, ha convocado por abordar el nuevo horizonte de la sanidad vasca, bajo el marco del denominado ‘pacto de país’.
Esta iniciativa, la primera de gran calado que ha abordado el presidente vasco Imanol Pradales, desde la configuración de su Gobierno el pasado mes de mayo, supone un ambicioso plan para “recuperar” el sistema de salud vasco. Pradales, que ha reunido desde el mes de julio a todas las entidades vinculadas con la sanidad, confía en “lograr el mayor acuerdo posible”, dentro de “un espíritu de consenso”.
La reunión, a la que acudirá el propio lehendakari, junto con el consejero y el catedrático de Farmacología Javier Meana, que será el coordinador del pacto, no será solo metodológica, ya que en la misma el consejero Martínez presentará a los convocados, un primer documento, sobre el que se desconoce el contenido, pero “que estará abierto a mejoras y a debate” y que servirá como “reflexión” de los retos que debe abordar el sistema vasco.
Hasta el momento, la predisposición que han mostrado casi todas las entidades que han sido convocadas a lo largo de los pasados meses, con la excepción del sindicato ELA, que duda sobre si participará en esta primera reunión, resulta positiva. La sintonía general es la de aportar colaboración y disposición. Entre ellas, el Consejo de Farmacéuticos de Euskadi, cuyo presidente, Miguel Ángel Gasteurrutia transmitía ya en el mes de julio, su disposición a seguir participando en iniciativas que desarrollen el rol del farmacéutico dentro de la sanidad vasca. Las palabras del presidente de los farmacéuticos se repiten en el resto de entidades, que acuden a la primera reunión sin conocer, al menos de forma oficial, cuáles son los planteamientos que ofertará el Gobierno.
No obstante, lo que sí tienen claro los asistentes a la reunión son los asuntos que van a poner sobre la mesa para obtener una visión realista sobre la situación de la sanidad vasca. Entre ellas y en primer lugar figuran las medidas para la adecuada dotación de profesionales sanitarios que permitan superar la escasez, pero también en la necesidad de aportar incentivos que hagan especialmente atractiva la atención primaria y el acceso a puestos de difícil acceso.
Otra cuestión es la de las inversiones que necesita el propio Osakidetza, cuestión altamente demandada por sindicatos y colectivos profesionales. Hasta el momento el Gobierno cuenta con la promesa electoral de desarrollar un plan de inversiones hasta 2030 dotado con 1.000 millones de euros, que según indicaba Pradales permitirá “recuperar el orgullo” por la sanidad vasca. Dicho plan estará dirigido a la modernización y ampliación de infraestructuras en los dos niveles asistenciales.
Desde el plano ciudadano se plantea ante todo una intervención en las demoras en la atención y se espera conocer por parte del Gobierno el contenido del plan de choque comprometido por Pradales en su investidura, sobre el cual no se conocen aún los detalles.
Junto a todo ello, el desarrollo de un plan de investigación, el desarrollo de la estrategia en salud mental o la prometida creación de la estrategia en salud cardiovascular o cuestiones vinculadas a la concertación de servicios con la sanidad privada, marcarán en gran medida el inicio de estas reuniones a las que, en principio, todos acuden con la intención de marcar un nuevo horizonte para la sanidad vasca.
