La creación de una especialidad de farmacia comunitaria puede tener sus beneficios, pero también sus riesgos, así ha quedado señalado este jueves en la Jornada Sefac celebrada en Toledo. Por un lado, desde la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac), defensora de la idea, se respalda la necesidad de una formación específica para el farmacéutico comunitario, sin embargo desde la Federación de Empresarios Farmacéuticos de Castilla La Mancha, no lo tienen tan claro; su presidente Álvaro Carmena asegura que “incrementaría los costes salariales, sin garantía de remuneración adicional por los servicios derivados de la especialidad”. Carmena plantea una formación específica certificada por colegios profesionales o sociedades científicas en lugar de una especialidad formal.
El dirigente ha asegurado que, en el ámbito laboral y económico, la especialidad restringiría la incorporación de nuevos profesionales, agravando la falta actual de personal en farmacia comunitaria. Además, dependería demasiado de convocatorias ministeriales que pueden retrasarse o resultar insuficientes e incrementaría los costes salariales sin garantía clara de retorno económico.
“No existe garantía de remuneración pública o privada adicional por los servicios derivados de esta especialidad. La administración actualmente no financia servicios añadidos fuera de la prestación farmacéutica básica”, ha afirmado Carmena durante su participación en el coloquio ‘Especialidad en farmacia comunitaria: ¿una necesidad?’-
La valoración del presidente de Fefcam no implica rechazar la necesidad “de reivindicar y enriquecer el grado actual, que ya incluye formación avanzada reconocida a nivel europeo y que corre el riesgo de devaluarse al fomentar una titulitis innecesaria”.
Así Carmena propone formación específica certificada por colegios profesionales o sociedades científicas en lugar de una especialidad formal y certificar así habilidades reales en farmacia sin burocracia añadida.
Por su parte, desde Sefac se reconocen las ventajas e inconvenientes si bien aseguran que “la gran mayoría de profesionales y entidades respaldan la necesidad de una formación específica para el farmacéutico comunitario”. En el debate, aseguran, se han abordado y despejado muchas de las dudas e incógnitas que a día de hoy genera su puesta en marcha entre algunos sectores aún reacios a su puesta en marcha.
Durante el debate se ha reivindicado la necesidad de que el farmacéutico comunitario “oficialice y adquiera competencias profesionales específicas del ejercicio profesional en la farmacia comunitaria, más allá de las adquiridas durante el grado/licenciatura, para consolidar los avances científicos y profesionales, y hacer frente a los cambios sociales a los que se enfrenta la atención primaria en nuestro país”.
En su opinión, la creación de una especialidad equipararía a la farmacia comunitaria a otras disciplinas como la farmacia hospitalaria o la enfermería o medicina familiar y comunitaria, permitiendo a sus profesiones integrarse asistencialmente en el sistema sanitario utilizando el mismo sistema formativo.
En el debate se ha mencionado la propuesta de Sefac sobre la especialidad de que no sea obligatoria para ejercer en farmacia comunitaria. A este respecto, Sefac aboga por convalidar el título de especialista a aquellos que estén ejerciendo con un mínimo de años de experiencia, como ha ocurrido en otras especialidades sanitarias. En el coloquio se ha expuesto además la necesidad de que dicha formación sea regulada de forma similar al resto de existentes en el campo de ciencias de la salud (enfermería, medicina, biología, química, física y psicología).
Como han señalado los interlocutores de la Sociedad científica en el debate, Sefac defiende que la especialidad “otorgue una serie de competencias a quienes la obtengan, así como que ésta compute como mérito valorable a la hora de acceder a una farmacia de nueva apertura o concurso de traslado, así como a la hora de optar a una categoría laboral específica o un rango salarial determinado”.
La especialidad en farmacia comunitaria, por otra parte, capacitaría para la prestación de servicios profesionales farmacéuticos asistenciales. Para definir con precisión el alcance y relevancia de la especialización dentro del ejercicio profesional de la farmacia comunitaria, Sefac está trabajando en paralelo en el mapa de competencias profesionales de los farmacéuticos comunitarios; un documento que dará a conocer próximamente.