La Organización Médica Colegial (OMC) se ha sumado al carro de quienes denuncian la excesiva la "medicalización de la vida" y la "creación corporativa de enfermedades que permiten aumentar el consumo de medicamentos". Así lo expresó el presidente de los médicos españoles, Juan José Rodríguez Sendín a lo largo de su intervención sobre la medicalización manifiesto en la Jornada Pastillas las justas.org, que el pasado viernes celebró la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en la sede de la OMC. Según él, se ha conseguido “medicalizar a los sanos" y ha abogado por establecer estrategias profesionales para lograr que "se prescriban, dispensen y tomen solo los medicamentos realmente necesarios".
Rodríguez Sendín defendió la necesidad de "garantizar al paciente que los medicamentos que se le prescribe, dispensa y toma son solo los que precisa", algo para lo que es necesaria una colaboración conjunta de médicos, farmacéuticos y también de los consumidores. Y señaló que entre las medidas para lograrlo son por una lado que solo se adquiera lo que se prescribe con recetas públicas y privadas no duplicables y por otro se pueda identificar cada uno de los envases del medicamento, que permita una trazabilidad del mismo que recoja procedencia país y fabricante, vendedor/distribuidor de cada envase que se dispensa. Y puso como ejemplo que "no se entiende que eso se pueda hacer con otros producto de consumo y no se pueda hacer con un producto tan especial como el medicamento"
David Ortega, subdirector de la OCU expuso los motivos que llevaron a la organización a iniciar esta campaña, entre otros, por el interés creciente de los consumidores de buscar "soluciones mágicas" en los medicamentos ante problemas como "la infidelidad, la menopausia o la caída del cabello", tras muchos de los cuales subyacen "fuertes intereses" en lo que denominó "comercio de enfermedades".
El subdirector de la OCU defendió la necesidad de sensibilizar a la población con la campaña "Pastillas las justas.org" que se basa en 7 reglas para un uso más seguro de los medicamentos: (1) conoce los medicamentos que tomas; (2) Da una oportunidad a las opciones no farmacológicas; (3) Medicamentos, los justos y necesarios; (4) No hay medicamentos de por vida; (5) Los cambios, poco a poco; (6) No hay medicamentos libre de riesgos y (7) Lo nuevo no siempre es mejor. Sobre estas siete reglas se estructuró la jornada.
Juan Gérvas, en representación de la Red Española de Atención Primaria, expresó, en nombre de todas las organizaciones que apoyan esta iniciativa, su compromiso con esta campaña que "representa el sentir y vivir de muchos profesionales" y les animó a seguir trabajando para concienciar a los ciudadanos de los riesgos de los medicamentos innecesarios.
El vicepresidente de la OMC, Serafin Romero, quien centró su exposición en "Los medicamentos en su relación médico paciente", habló de los beneficios, riesgos, inconvenientes y costes de los mismos, teniendo en consideración la "demanda social ilimitada" que existe de los medicamentos, el hecho de que la "medicina sea considerada como un bien de consumo" y de que se busquen soluciones a cualquier precio.
Todo esto genera, a juicio de Romero, "enfermedades de algo que no han sido ni serán enfermedades", provocando sufrimiento y tratamientos innecesarios, además de una decepción y una pérdida de confianza del paciente en el SNS y en sus profesionales que, en muchos casos, conlleva pérdida de salud.
Cuestionó desde lo deontológico algunas prácticas profesionales interesadas en el uso de medicamentos para lo que "no es una enfermedad" y todo lo que conlleva la "búsqueda de soluciones a cualquier precio", la realización de pruebas complementarias, "revisiones a crónicos injustificadas" y recetas injustificadas, lo que denominó en su conjunto "preventivismo injustificado".
Por su parte, Ana Prieto, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Lugo, habló de "la Farmacia en los problemas derivados del uso de los medicamentos" y destacó que el objetivo de la Jornada que no es otro que "ayudar al ciudadanos a un mejor uso de los medicamentos".
Para Prieto, en esta tarea de "garantizar un uso seguro, efectivo y eficiente" de la medicación, es necesario que los propios pacientes participen cada vez más en el autocuidado de su salud ya que "la seguridad y la efectividad de los medicamentos no dependen solo de su calidad de fabricación, ni de los médicos, enfermeras o farmacéuticos, ni de las autoridades sanitarias, sino también dependen del uso que haga de los mismos el propio paciente, es decir, que lo utilice correctamente".
Tras poner de manifiesto que "un paciente que no haya entendido la información recibida sobre sus medicamentos puede ser candidato a un incumplimiento involuntario de la terapia farmacológica", resaltó el papel del farmacéutico, por su proximidad al paciente, para ayudarle a que utilice de una manera óptima sus medicamentos y a advertirle de posibles efectos adversos y abogó por una estrecha comunicación con el médico, en especial, ante enfermos polimedicados.
Defendió la necesidad de utilizar los medicamentos justos y necesarios y el hecho de que la medicación que vaya a utilizar el paciente esté "pactada" con el médico y con la "información suficiente para tomar la mejor decisión para su salud". Finalizó abogando por la necesidad del protagonismo del paciente ante los tiempos y cambios de transformaciones que vivimos y la colaboración de todos los profesionales de la salud.
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Nicolas Gonzalez Casares: