MARTES, 25 de agosto de 2015 (HealthDay News) -- Las mujeres que siguen dietas saludables antes del embarazo son menos propensas a tener un bebé con una cardiopatía congénita, informan unos investigadores.
Las mujeres que seguían una dieta muy saludable tenían un 37 por ciento menos de probabilidades que las que comían una dieta mala de tener un bebé con tetralogía de Fallot, un defecto cardiaco complejo que provoca que los bebés se vuelvan de color azul porque su sangre no puede transportar el suficiente oxígeno. Las mujeres también tenían un 23 por ciento menos de probabilidades de tener un bebé nacido con un defecto septal auricular, o un agujero en la pared que separa las dos cámaras superiores del corazón, según el estudio.
El mayor beneficio para las mujeres y sus bebés provino de una dieta rica en verduras, frutas, frutos secos, legumbres, granos integrales y pescado, con una ingesta limitada de productos lácteos, carne y dulces, según los investigadores. Los alimentos ricos en nutrientes como el ácido fólico, el hierro y el calcio también se consideraron saludables, señalaron los autores del estudio.
"Cuanto más aumentaba la calidad de la dieta, menor era el riesgo de anomalías cardiacas congénitas", dijo el autor principal, el Dr. Lorenzo Botto, profesor de pediatría y genetista médico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Utah.
Pero este estudio no demuestra que haya una relación de causalidad entre una dieta sana y un menor riesgo de cardiopatías congénitas. La investigación solamente mostró una asociación entre ambas cosas.
El estudio aparece en la revista Archives of Disease in Childhood (Fetal & Neonatal Edition).
Las cardiopatías congénitas afectan a uno de cada 100 recién nacidos en Estados Unidos, y provocan casi una de cada cuatro muertes de bebés relacionadas con malformaciones congénitas, según la información de respaldo del estudio.
"Son habituales, son críticas y realmente no sabemos cómo prevenirlas", comentó Botto.
El nuevo estudio estuvo inspirado por unos hallazgos previos que sostuvieron que una dieta de gran calidad podría reducir el riesgo de malformaciones congénitas, como el paladar hendido o la espina bífida, dijo Botto.
El equipo de investigación evaluó los datos de casi 10,000 madres de bebés nacidos con cardiopatías congénitas, y de aproximadamente 9,500 madres con bebés sanos. Los bebés nacieron entre octubre de 1997 y diciembre de 2009, y son parte del Estudio nacional de la prevención de malformaciones congénitas, que es más abarcador y está financiado por el gobierno federal, señaló Botto.
Se preguntó a las madres lo que comieron el año anterior a su embarazo. Los investigadores calificaron su dieta en función de hasta qué punto siguieron una dieta mediterránea y el Índice de calidad de la dieta para el embarazo, un plan de dieta común recomendado para las futuras madres.
El Índice de calidad de la dieta aporta puntuaciones positivas para los granos, verduras, frutas, el folato, el hierro y el calcio, y puntuaciones negativas para las calorías de las grasas y los dulces. La dieta mediterránea enfatiza las legumbres, granos, frutas, frutos secos, verduras y pescado, y no fomenta los productos lácteos, la carne y los dulces.
Las madres que obtuvieron una puntuación dentro del 25 por ciento más alto en la calidad de la dieta tenían un riesgo significativamente más bajo de tener un bebés con un defecto cardiaco al nacer, en comparación con las que obtuvieron una puntuación dentro del 25 por ciento más bajo, según el estudio.
Comer bien parece fomentar la salud de la madre, lo que a su vez aumenta la probabilidad de que el feto en desarrollo sea capaz de soportar los factores genéticos y ambientales que podrían provocar una cardiopatía, dijo Botto.
"Sabemos una mujer con un buen estado de salud tiende a tener un bebé sano", dijo.
Los hallazgos respaldan la necesidad de las mujeres de comer una dieta saludable incluso antes de haber concebido, dado que las malformaciones congénitas pueden producirse en un momento muy temprano del embarazo. Si una mujer espera a comer bien después de quedar embarazada, podría ser demasiado tarde, según los investigadores.
"Sabemos que las malformaciones congénitas se producen en las primeras semanas tras la concepción. Para las anomalías cardiacas, entre la cuarta y la séptima semana iniciales", dijo Botto.
El Dr. Edward McCabe, vicepresidente y director médico de March of Dimes, se mostró de acuerdo.
"Sería estupendo si todas las mujeres en edad reproductiva, por su propio bien y el de su futuro hijo, pudieran seguir una dieta óptima", comentó McCabe. "Si no es posible, entonces planifique y empiece una dieta un año antes de concebir".
Por extensión, esta estrategia también requiere una planificación familiar potente, de tal modo que una mujer pueda tener tiempo para establecer un fundamento dietético sólido para su embarazo, si es que no está comiendo ya de forma saludable, añadió.
"Uno de los mensajes clave para mí es la importancia de la planificación de tener un bebé", dijo McCabe. "El 50 por ciento de los bebés que nacen en Estados Unidos no son planificados. Realmente pensamos que es importante que las mujeres planifiquen su embarazo, y sabemos que es importante que sigan una dieta óptima antes de quedar embarazadas".
A pesar de los resultados del estudio, tanto Botto como McCabe indicaron que actualmente los investigadores siguen sin saber exactamente por qué una dieta saludable parece proporcionar una protección tan fuerte contra las malformaciones congénitas.
"No sabemos por qué funciona, pero sabemos que funciona", dijo McCabe. "Podemos seguir investigando las causas durante décadas, pero incluso si no conocemos las causas, conocemos la cura".
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Lorenzo Botto, M.D., professor of pediatrics, and medical geneticist, University of Utah School of Medicine, Salt Lake City, Utah; Edward McCabe, M.D., Ph.D., senior vice president and medical director, March of Dimes; Aug. 24, 2015, Archives of Disease in Childhood (Fetal & Neonatal Edition)