El Defensor del Pueblo Andaluz ha avalado la constitución de la Comisión central para la optimización y armonización farmacoterapéutica de Andalucía dado que puede “configurarse en un mecanismo eficaz en la lucha contra la desigualdad” entre pacientes a la hora de que les sea prescrito y dispensado un medicamento innovador, independientemente del centro hospitalario en el que se encuentre. Así lo ha indicado en su Informe Anual correspondiente al pasado año 2015.
El Defensor del Pueblo Andaluz había señalado con anterioridad que “las exigencias que derivan del uso racional de los medicamentos obligan a múltiples controles” pero aun reconociendo el papel de las comisiones que se constituyen en todos los hospitales para la selección de medicamentos, “resulta desconcertante que las mismas alcancen posicionamientos diversos en cuanto a un mismo fármaco, lo que se traduce en una desigualdad que, lejos de fundamentarse en las circunstancias particulares de los pacientes, como a veces se ha intentado desde la Administración Sanitaria, derivan directamente de la actuación de aquellas”.
Según señala el Defensor del Pueblo la situación ha supuesto que “los pacientes han venido padeciendo una dualidad de actitudes en el seno de una misma Administración, a saber, la de las comisiones de farmacia de los hospitales, y la de los facultativos que les hacían el seguimiento de su patología”. Tal y como indica este organismo, es posible que los puntos de vista de la Administración y del médico sean diferentes, pues la primera considera al paciente en el conjunto de la población, y los segundos lo hacen individualmente; pero no tiene sentido que esta dicotomía les alcance y perciban las versiones contrapuestas de ambas partes, generándoles enorme desconcierto y perjuicios asociados.
Por ello, considera que, independientemente del tiempo que se tarde en tomar la decisión sobre un determinado medicamento o que incluso esta varíe con el tiempo en función de nuevas circunstancias, “el posicionamiento del hospital, en todos sus niveles, debería ser uniforme en este punto”.
De este modo, y para lograr que “la evaluación, selección y utilización de los medicamentos se realice conforme a unos rigurosos criterios de eficacia, seguridad y eficiencia, y muy especialmente que los mismos se apliquen de forma homogénea en todos y cada uno de los centros”, la Administración Sanitaria ha establecido una serie de instrumentos, entre los que destaca la Comisión central para la optimización y armonización farmacoterapéutica, señala el Defensor del Pueblo Andaluz. Esta comisión tiene entre sus funciones las de establecer el método y criterios de evaluación que han de seguir las comisiones de cada hospital para la selección de los medicamentos; la posibilidad de asunción de este procedimiento directamente respecto de algunos de alto impacto sanitario o económico, de manera que sus conclusiones se incluyan en la guía de referencia con carácter obligado para todos los centros; la de exigir dictamen favorable previo para el inicio y continuación de determinados tratamientos, o para la utilización de determinados medicamentos en situaciones especiales, entre otras, es por lo que este organismo considera que la comisión “puede configurarse en un mecanismo eficaz en la lucha contra la desigualdad”.