La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha puesto de relieve el aumento del gasto en medicamentos hospitalarios y la variabilidad en el precio de estos fármacos entre comunidades autónomas y hospitales, para reclamar mayor transparencia en la negociación de los precios y que ésta se realice con criterios de interés público.
Esta entidad hace énfasis en que la industria negocia el precio por separado con cada administración y hospital, lo que provoca precios muy dispares. “Según la capacidad negociadora de la entidad o las presiones que reciba, más allá de las necesidades de la práctica clínica, los precios pactados con la industria pueden favorecer o impedir el acceso a los tratamientos necesarios para los pacientes, y también favorecer o impedir que más personas puedan tratarse”, apunta en un comunicado.
Al parecer de esta organización, el elevado precio de los medicamentos implica “que se racione el acceso a los tratamientos cuando se necesita o que dejen de atenderse otras necesidades de salud, porque todo no se puede pagar al precio que fija la industria farmacéutica para los medicamentos”. Por este motivo, “anima” al Gobierno a “que haga valer su posición de fuerza como principal pagador de la factura farmacéutica” y negocie con criterios de interés público y más transparencia los precios de los medicamentos.
El posicionamiento crítico de OCU respecto a las políticas en torno al acceso al medicamento también lo pone de manifiesto con su participación en la campaña No es Sano, a la que también dan su apoyo la Organización Médica Colegial, Médicos del Mundo o Sespas.