El COF de Zaragoza ha informado de que las oficinas de farmacia de Aragón distribuirán, en los próximos días, carteles y folletos para informar sobre la prueba rápida del VIH entre las personas en riesgo de haber contraído la infección y que no suelen dirigirse a la red sanitaria. La iniciativa tendrá lugar en el marco de 'La Semana del Test del VIH' en Europa, cuyo lema es: 'No te quedes con la duda, te juegas demasiado'. Ésta servirá, a su vez, de antesala para la conmemoración del Día Mundial del sida, que se celebra el próximo 1 de diciembre.
Según informan desde el COF, la prueba, que se realiza en la Asociación Omsida, es un sencillo análisis de saliva, que en menos de una hora nos dice si la persona analizada es portadora de anticuerpos VIH. Además es gratuita, anónima y confidencial. En 2015, de los test realizado por Omsida 280, 11 resultaron positivos.
Ramón Jordán, presidente del COF de Zaragoza, ha destacado que el objetivo de la participación de las farmacias en esta iniciativa es incidir en la prevención de la infección por VIH y su detección precoz aprovechando “la capilaridad, la accesibilidad y la confianza de la población con la que cuentan las oficinas de farmacia”.
Implicación de los profesionales
Precisamente, entre los objetivos de esta Semana está el fomento del diálogo entre todos los agentes sociales para que las poblaciones más vulnerables se hagan la prueba del VIH y se ofrezcan más opciones para ello; animar a los profesionales de la salud a ofrecer pruebas de VIH de forma rutinaria y unir a las organizaciones comunitarias en este objetivo; además de compartir experiencias entre países y concienciar a los políticos de los beneficios individuales, sociales y económicos de la prueba del VIH.
A este respecto, desde el COF recuerdan que, actualmente, "la infección por VIH tiene una esperanza de vida similar a la de la población general, siempre y cuando el diagnóstico se obtenga en la etapa inicial de la infección". En cambio, continúan, "el diagnóstico tardío por VIH supone, por un lado, una menor esperanza de vida, una mayor probabilidad de fallo del tratamiento y un aumento de la mortalidad y morbilidad entre otras cosas. También supone un aumento en la transmisión del VIH porque las personas seropositivas en tratamiento transmiten menos el VIH y está demostrado que las personas con VIH reducen las conductas de riesgo".