Artículo de opinión de Carlos Mateos, director de la agencia COM salud
Las aplicaciones de salud pueden ayudar a la farmacia a fidelizar clientes y atraer otros nuevos a través del consejo online, pero no todas sirven para lograrlo. El mercado de apps no para de crecer, un 39% en el último año, según la consultora Research 2 Guidance, lo que implica más de 259.000 en las diferentes plataformas. No obstante, muy pocas se utilizan. El número de descargas apenas se ha incrementado un 7% frente al 35% del año anterior. Y es que, a pesar de la proliferación de apps, sólo 36 acumulan la mitad de las descargas, según la consultora IMS, mientras que el 40% tienen menos de 5.000. La mayoría de aplicaciones se concentran en la dieta y el ejercicio y casi una cuarta parte en enfermedades crónicas.
Existen diversas maneras de aprovechar sus posibilidades en la farmacia. En primer lugar, al facilitar el consejo sobre medicamentos, con aplicaciones como AEMPS CIMA, elaborada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), que permite acceder a su Centro de Información online de Medicamentos y consultar, de forma gratuita, información detallada sobre indicaciones terapéuticas, posología, contraindicaciones e interacciones, tanto de medicamentos autorizados y suspendidos, como de principios activos, así como datos de dispensación y financiación. Bot Plus 2.0, desarrollada por el Consejo de Farmacéuticos, es otra app gratuita muy útil para la farmacia, ya que incluye también información sobre presentaciones que han sufrido una retirada de lotes o problemas de suministro, fármacos recomendados por patologías y características de conservación de los mismos.
También desde la farmacia se puede ayudar a recordar la toma de medicamentos a través de una app, como Pharapp, creada por FEFE, y que permite un panel de acceso para el farmacéutico y otro para el paciente, lo que abre la vía a la interacción y la oferta de servicios.
Es en el seguimiento de pacientes crónicos donde surgen más oportunidades de fidelización con un programa móvil. Conscientes de ello, muchos laboratorios, instituciones sanitarias, sociedades científicas y asociaciones de pacientes han creado aplicaciones en enfermedades como la diabetes, la EPOC, la hipertensión y el asma, que favorecen el autocuidado, se comunican con el médico e incluso localizan la farmacia especializada más cercana. Sin embargo, aún son pocas las que incluyen la posibilidad de interacción con la farmacia.
En aquellas que lo permiten, al igual que ocurre con las redes sociales, los farmacéuticos que interaccionan mejor con sus clientes actuales y potenciales son los que tienen más opciones de captarlos y fidelizarlos. Y si la aplicación que se necesita en una patología para extender el consejo farmacéutico no existe siempre se puede colaborar en su creación, con iniciativas como el Hackathon de Salud, que organizamos desde COM Salud y la Asociación de Investigadores en eSalud. Durante un fin de semana, profesionales sanitarios, programadores y pacientes crearán proyectos de aplicaciones de salud que tendrán la oportunidad de convertirse en realidad.
