La consellera de Salud de Cataluña participó en un acto para la conmemoración del Día Mundial de la Hepatitis, que se celebra el 28 de julio, avanzó el compromiso político adquirido por el Gobierno de esta comunidad autónoma con "la eliminación de la hepatitis C", para lo que se va a aprobar el 'Plan de prevención y control de la hepatitis C en Cataluña', en colaboración con profesionales y pacientes afectados por una enfermedad "que ya es curable", dijo.
El plan, que será aprobado en breve, señalan desde la Consellería, cuenta con seis objetivos generales, 47 objetivos específicos y 131 actuaciones.
Como características del nuevo plan, la consellera destacó que éste es "participativo, incorpora un enfoque de género y transcultural", y que además ofrecerá una respuesta "multisectorial, de calidad, equitativa y accesible".
También expresó el compromiso de seguir impulsando la erradicación de las hepatitis víricas, como problema de salud pública, mediante el 'Programa de Prevención, Control y Atención al VIH, las ETS y las Hepatitis Víricas (PCAVIHV)', que sirve de referencia y elemento de coordinación de las acciones que se llevan a cabo en Cataluña. Entre ellas, Vergés ha subrayado que, solo en el primer semestre de 2018, se han iniciado 3.556 tratamientos contra la hepatitis C en esta comunidad autónoma.
Objetivo de la OMS
También participó en el acto el secretario de Salud Pública, Joan Guix, quien consideró "asumible" el reto marcado por la Organización Mundial de la Salud, consistente en la eliminación de la enfermedad en 2030. En este sentido, destacó, como ventaja fundamental, la aparición de nuevos tratamientos "muy eficaces, de corta duración y bien tolerados". En Cataluña ya se habrían tratado unos 21.000 afectados por hepatitis C desde la aparición del primer antiviral de acción directa (en marzo de 2014), y actualmente la tasa de curación está situada en torno al 94%, confirmó.
Por último, el director del Programa PCAVIHV, Joan Colom, destacó los avances conseguidos en la eliminación de esta enfermedad en personas con hemofilia y en transplantados hepáticos, así como los buenos augurios para el ámbito penitenciario. También ha ensalzado las actuaciones realizadas con los colectivos más vulnerables, como son las personas que se inyectan drogas. En este sentido, puso en valor acciones como el intercambio de jeringas y (800.000 cada año), y el tratamiento con opiáceos, con 7.670 personas en programa de mantenimiento con metadona, así como la realización del cribado mediante test rápidos.
