El Servicio Catalán de Salud (CatSalut) ha anunciado la entrada en vigor, el pasado día 8 de julio, de una nueva instrucción que tiene como objetivo recoger los instrumentos y las actuaciones que se deben seguir desde el sistema sanitario público de Cataluña (Siscat) en relación con la seguridad en el uso de los medicamentos.
Concretamente, la intención que tienen es la de ordenar y evaluar todos los instrumentos a disposición para garantizar un uso seguro de las intervenciones farmacoterapéuticas, que es una de sus funciones.
Pero no solo el Servicio de Salud tiene qué decir en esto. En la instrucción se recogen, además de su responsabilidad en el desarrollo y actualización de los sistema de información al respecto y su liderazgo en la gestión de la farmacovigilancia y en la notificación de alertas de seguridad, las de los proveedores de servicios sanitarios. Éstos deben velar "por que los profesionales que desarrollan funciones de prescripción, administración o dispensación de medicamentos estén debidamente informados de las reacciones adversas, las contraindicaciones y los riesgos para la salud que puedan derivarse de su utilización". También se considera necesario "que sus sistemas de información incorporen los instrumentos que facilita el CatSalut, facilitando el acceso a la información a los profesionales implicados".
En cuanto a los prescriptores, se les asigna la labor de informar a los pacientes sobre el motivo de la prescripción y las instrucciones de uso correcto, así como de los riesgos del medicamento. Además, deben liderar la gestión y prevención y de las reacciones adversas. Por su parte, los profesionales farmacéuticos dispensadores "pueden detectar cualquier incidente que pueda ser motivo de alerta de seguridad o que pueda suponer un riesgo grave y evidente para la salud del paciente", caso en el que deberán notificarlo.
La instrucción detalla todos los instrumentos y actuaciones que de que se dispone para la prescripción y la dispensación segura y también detalla la implantación y el seguimiento que se prevé. En este sentido, aluden a la tarea del Área del Medicamento consistente en canalizar las alertas de la Aemps; la validación de las prescripciones, labor que suele ser ejercida por los farmacéuticos especialistas, así como el sistema de prescripción electrónica y las múltiples funcionalidades de que dispone para garantizar la seguridad en el uso de los medicamentos.