El Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl) ha recordado que no solo las altas temperaturas propias del verano pueden poner en riesgo una correcta hidratación, sino también el consumo de determinados grupos de medicamentos.
Y es que, la ingesta de determinados fármacos puede producir efectos tales como la disminución de la sensación de sed, que conduce a una disminución de la ingesta de líquidos; el aumento de la excreción de líquidos; la alteración de la termorregulación a nivel hipotalámico por alteración de los termorreceptores o aumento de la vasodilatación periférica; la afectación de la percepción del calor en el caso, por ejemplo, de medicamentos con efectos sedantes o que producen estados de confusión; y la hiperpirexia térmica, generalmente asociada a reacciones de hipersensibilidad causadas por medicamentos.
Nueve grupos de fármacos favorecen la deshidratación
Por ello, el Concyl recuerda cuáles son los grupos de fármacos que la población debe tener especialmente en cuenta para evitar episodios de deshidratación: Diuréticos, laxantes, antibióticos, antiácidos, antihipertensivos, digoxina, corticoides, antidepresivos y quimioterápicos.
Asimimo, los farmacéuticos de Castilla y León aconsejan consumir entre dos y dos litros y medio de líquidos diarios, prestar especial atención a las situaciones que puedan favorecer la deshidratación como el calor y la sequedad ambiental anormalmente elevados, fiebre, diarreas, vómitos, etc. e hidratarse antes, durante y después de realizar ejercicio.
También recomiendan seguir una dieta variada y equilibrada rica en frutas y verduras frescas, evitar comidas copiosas, en caso de seguir una dieta que pueda variar las necesidades específicas de hidratación consultar con el médico, limitar el consumo de alcohol y, en el caso de tomar algún medicamento, consultar con el farmacéutico por si alguno puede modificar el estado de hidratación.