El Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl) presentó, durante la XI edición de su Congreso, el resultado del trabajo en red de las oficinas de farmacia desde su puesta en marcha en el año 2015.
Se trata de un total de 170 farmacias distribuidas por toda la comunidad autónoma (teniendo en cuenta, entre otros parámetros, criterios poblacionales) que se encarga de vigilar cualquier incidencia que ponga en riesgo la seguridad y el correcto uso de los medicamentos. Actualmente, son cerca del millar los episodios que han suscitado la acción de la red. Concretamente, se han detectado 232 reacciones adversas a los fármacos y 760 errores de medicación.
Durante la presentación, se indicó que los casos detectados por farmacias centinela representan ya el 40% de las notificaciones procedentes del conjunto de la farmacia de Castilla y León. Sobre este particular, cabe destacar las palabras de Francisco Corzo, jefe de Servicio de Ordenación Sanitaria de la Dirección General de Salud Pública de la Junta de Castilla y León, que en la jornada inaugural opinó que "el farmacéutico está infrautilizado", aunque aseguró que ya se han sentado algunas bases para mejorar su participación, y puso como ejemplo la red de farmacias centinela, "que les ha convertido en los sanitarios que más reacciones adversas detectan". "El farmacéutico ya es un agente de salud", añadió.
Desde el Concyl informan de que la puesta en funcionamiento de la red ha abierto la puerta, además, a nuevos estudios de investigación sobre reacciones adversas que se centran en determinados grupos de medicamentos. Precisamente, el presidente del Concyl, Carlos Treceño, ha presentado los resultados de uno de los primeros estudios realizados con datos de la red, que ha puesto el foco en las estatinas, los fármacos más empleados para el tratamiento de la hipercolesterolemia y que toman al menos 250.000 pacientes en Castilla y León.
El análisis se centró en aquellos pacientes que combinan las estatinas con ciertos fármacos con riesgo de interacción. El resultado es que el 80% de los pacientes que toman dichos combinados presentan ese riesgo (más probabilidad, por ejemplo, de toxicidad muscular, es decir, dolores de piernas, calambres…). Se ha demostrado además que el riesgo más elevado está en su combinación con ciertos antiarrítmicos. También se ha identificado un riesgo mayor de osteoporosis en pacientes que lo combinan con algunos antidepresivos.