La dermatitis atópica es una patología de la piel crónica, inflamatoria y que se manifiesta de forma intermitente.
Vamos a ver una serie de consejos para mejorar la calidad de vida del paciente.
En primer lugar, la hidratación, muy importante. Mantener la piel bien hidratada puede reducir la necesidad de utilizar medicamentos.
Utilizar productos específicos para la dermatitis atópica, sobre la piel húmeda, y con un suave masaje. Hay que evitar las cremas hidratantes sobre la piel en brote cuando se está tratando con medicamentos.
Con respecto a la higiene, mejor baño que ducha, utilizar limpiadores sin jabón y secarse con la toalla, pero sin fricción a pequeños toques.
Hay que tener las uñas cortas y aseadas para evitar posibles infecciones en caso de rascado tras picor o prurito.
Y en bebés, cambiar frecuentemente el pañal.
Si nos vamos al aire libre, evitar excesiva sudoración y utilizar fotoprotectores.
En cuanto a la ropa, usar tejidos de algodón o lino y evitar lana y tejidos sintéticos. Y evitar también las etiquetas.
Es recomendable en bebés mantener la lactancia materna y en adultos una dieta equilibrada.
En el hogar, hay que tener en cuenta que la dermatitis atópica se agrava por la acción de diferentes alergenos, los ácaros, el polvo, el polen. Por ello, se deben de evitar ambientes extremadamente secos, los cambios bruscos de temperatura, hay que ventilar las habitaciones.
El polvo lo debemos pasar con un paño húmedo y restringir el uso de alfombras, de edredones de plumas, peluches, mascotas.
Espero que estas recomendaciones os sean de utilidad y recuerda, pregunta siempre a tu farmacéutico en caso de duda.