A Alfredo Montero, farmacéutico especialista del Servicio de Farmacia del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria ya se le conocen sus inquietudes digitales. Es promotor, junto a otro FEA, Sergio Plata, de la plataforma web Stop errores, que pretende contribuir a mitigar la confusión entre fármacos similares en cuanto a isoapariencia, y de Farmacia Hospitalaria Digital, un portal para la formación en competencias digitales. En paralelo, es parte activa del impulso de Symbaloo, un escritorio virtual con contenidos actualizados sobre el VIH, en el Servicio de Farmacia de su hospital. Los destinatarios de esos contenidos son tanto los profesionales del área, como los pacientes, especialmente los millenials.
La génesis de este proyecto, que lleva en marcha ya unos años, está en el ámbito de la docencia. "Symbaloo es una herramienta pensada para el entorno educativo, que permite integrar recursos docentes y compartirlos con los alumnos", explica Montero, que añade: "En su día, nos pareció útil para el sistema sanitario, para poder aglutinar todos los recursos en una sola página".
Se trata, como se decía, de un escritorio virtual que permite, además de la comunicación interna entre profesionales, disponer de una gran cantidad de información bien organizada y accesible de forma abierta y gratuita. Incluye información sobre el VIH, sus síntomas, su posible curación, los tratamientos disponibles, organizaciones que trabajan con personas afectadas, vídeos o noticias de actualidad...
Toda la información que ahí aparece (la mayor parte en castellano, aunque, por su rigor, también se incluyen vínculos a sites en inglés) está coordinada por la responsable del Área de Atención Farmacéutica al paciente VIH, María Pilar Díaz, quien revisa, con una periodicidad mensual aproximadamente, que toda la información es correcta y está al día. Esa labor la realiza codo con codo con personal del área de Enfermedades Infecciosas, que se encargan de dar el visto bueno a las propuestas que hacen desde Farmacia.
La información está disponible para ser consultada por los profesionales del Servicio de Farmacia Hospitalaria, incluidos los residentes, con necesidades especiales de ampliación de conocimientos, y también se le ofrece a los pacientes VIH (en total, cuentan con más de 1.000 usuarios). "En la primera consulta que tenemos con ellos, tras contarles verbalmente la información que necesitan y resolver las dudas que plantean, les ofrecemos un folleto, con código QR, que les permite acceder con facilidad desde sus móviles", explica Montero, aunque reconoce que existen limitaciones con algunos.
La barrera 'idiomática'
Una de las barreras es la idiomática. Y es que, aunque la interface es realmente simple e intuitiva, se requiere un mínimo conocimiento sobre nuevas tecnologías que no todos los pacientes tienen. En otras ocasiones, la limitación la impone el tiempo del que disponen pacientes y/o profesionales.
A día de hoy, admite el farmacéutico de Nuestra Señora de la Candelaria, "no es una herramienta muy conocida", pero el haberla presentado en el último Congreso de la SEFH podría darles el empujón que necesitan. Y es que, como objetivo secundario, se proponen hacer extensible su uso a otros servicios de Farmacia de la región y de la Península.
Vista la utilidad percibida en estos pacientes, ya se han planteado su aplicación a otras patologías. Entre las candidatas están algunas como la esclerosis múltiple o el cáncer de mama, ya que son enfermedades con incidencia significativa entre la población más joven.