La Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles ha reclamado este miércoles a través del ‘Observatorio de Medicamento’, documento de análisis farmacéutico que edita la entidad, la aprobación de las leyes de ordenación del sector en todas las CC.AA. y que se remuneren las guardias que realizan estos profesionales.
Según afirma el editor del Observatorio, Enrique Granda, “uno de los deseos del sector”, en este año que se inicia es que “se aprueben las leyes de ordenación farmacéutica o los reglamentos que están en marcha en varias comunidades, como Madrid y Galicia y que quienes formulan las alegaciones se den cuentan de que no es posible seguir haciendo guardias obligatorias sin remuneración”.
Granda realiza una comparativa con la situación de las farmacias portuguesas indicando que “mueve a una reflexión sobre la importancia de las asociaciones patronales en toda Europa como agentes específicos en la defensa de la economía de las oficinas de farmacia, al contrario de lo que ocurre en España, donde las corporaciones - Colegios y Consejo - siguen manteniendo determinadas funciones que deberían haber sido sustituidas por las asociaciones empresariales”.
La reflexión que plantea el editor del Observatorio viene al hilo a la capacidad que tienen las oficinas del país vecino para actuar “en la renovación de la medicación a los enfermos crónicos; aumentar la proximidad en el acceso a medicamentos hospitalarios a través de la dispensación en farmacias comunitarias, basado en el modelo que es más sostenible y adaptado al territorio; la revisión de los márgenes y la adopción de mecanismos económico-financieros para las farmacias rurales o en áreas escasamente pobladas, que en nuestro caso se arregla con una subvención insuficiente”.
Igualmente indica que “en lo que se refiere a los medicamentos genéricos, Portugal se ha inclinado por medidas incentivadoras para las farmacias, situación muy diferente a la que se prepara en España con el Plan de Fomento de Genéricos y Biosimilares, en el que los incentivos a la prescripción y dispensación brillan por su ausencia”.
Todo ello, a su juicio, contrasta con la situación española en la que “no se vacuna en las farmacias y, si esto no fuera poco, las farmacias no tienen ni siquiera acceso a muchas vacunas”, asegura Granda.