Con 10 votos a favor y 7 en contra los miembros de la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid han dado luz verde al dictamen y al articulado del Proyecto de Ley de Ordenación de la Atención Farmacéutica de la Comunidad de Madrid, que será debatido para su aprobación definitiva en pleno el próximo mes de diciembre.
La votación ha transcurrido por los cauces esperados después de que el acuerdo en la aceptación de enmiendas entre PP y Vox forjara una mayoría clara. No obstante, resulta de destacar que el texto final se ha nutrido también de aportaciones de los grupos de la oposición, ya que tanto PSOE como Podemos han conseguido colar prácticamente el 20% de sus enmiendas, algo que no suele ser muy habitual en este tipo de debates, lo cual da a entender una cierta disposición de todos los grupos para que la ley salga aprobada dentro del mayor consenso posible.
Tanto desde Podemos como PSOE se han lanzando críticas al acuerdo mayorítario, que ha sido calificado por la diputada podemita Vanesa Lilla como “sensación pescado vendido”; pese a ello, los podemitas han introducido 18 de las 79 enmiendas prestadas. Igualmente desde el PSOE se ha indicado, según ha afirmado Matilde Isabel Díaz, que “este texto nos gusta menos que el que entró en abril”.
Más Madrid añadía su valoración sobre cuestiones como la eliminación del ‘delivery’ o la protección de la pequeña farmacia siguen sin estar bien recogidas, “lo cual nos provoca un cierto mal sabor de boca”, aseguraba Javier Padilla.
Sin embargo, estos grupos reconocían también que la introducción de sus enmiendas han conseguido hacer “que esta sea una ley para toda la farmacia”, recordando sus aportaciones para fijar el papel de la farmacia hospitalaria y la de atención primaria, que según consideran “quedaban difusas en el texto original”.
Vox, a través de su diputada Gádor Joya también ha recordado el papel de su grupo al introducir aspectos de la farmacia hospitalaria y comunitaria en el texto, pero sobretodo ha mostrado su satisfacción para que esta ley “se adapte a los nuevos tiempos” y se reconozca al farmaceútico como “un profesional sanitario que está capacitado para dar un servicio”, que incluso “puede ir más allá que el que refleja la actual ley”.
Finalmente desde el PP, Eduardo Raboso ha asegurado que la ley sale de la Comisión rumbo al Pleno con “aportaciones muy importantes de todos los grupos”, a veces superando incluso “reticencias de la Consejería”. El diputado popular considera que “esta es una ley buena para la farmacia” y ha agradecido a todos los grupos la predisposición para trabajar en un dictamen que fundamentalmente “va a ser bueno para la sociedad madrileña”.
Nicolas Gonzalez Casares: