En el breve plazo de una semana la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha aventurado la cada vez más cercana fecha de que España deje de ser el único país del entorno en el que todavía es obligatorio el uso de la mascarilla en el transporte público.
Aunque la ministra no da fechas y vincula la decisión a las recomendaciones que aporten los expertos de la Ponencia de Alertas, que según ha indicado Darias aún no ha abordado el asunto, la situación epidemiológica del país hace prever que dicha decisión se tomará previsiblemente antes del mes de marzo.
La ocupación hospitalaria debida al Covid se sitúa actualmente, según los datos del Ministerio de Sanidad, en un 2,79% en las camas de planta y en un 2,52% en las de UCI. Ello, unido al mínimo efecto que ha tenido en España el aumento de casos en China; solamente se han detectado dos casos en los aeropuertos españoles y al escaso peso que la variante Xbb.1.5 está teniendo en Europa hace prever que la obligatoriedad del uso de mascarillas en el transporte público pueda pasar en breve a ser una recomendación.
Diversas manifestaciones realizadas a lo largo de las últimas semanas desde varias sociedades científicas invitan a pensar que tras la finalización de las Navidades y el escaso efecto que ha tenido en la situación epidemiológica abre la puerta a plantear que la mascarilla en el transporte público pueda convertirse en un consejo de salud pública en población vulnerable.
La ministra aseguraba este miércoles que la obligatoriedad desaparecerá “pronto, pronto, pronto”, aunque advertía que “habrá que ver cómo evolucionan los próximos tiempos para tomar esa decisión”, una decisión que se basa en una situación que “evidentemente cada vez es más buena”.
La mascarilla ha acompañado a los españoles desde el inicio mismo de la pandemia en 2020. A pesar de ser cuestionado su uso desde el Ministerio de Sanidad en los primeros meses, cuando se llegó incluso a cuestionar su validez como medida de protección frente a las infecciones, fue en mayo de 2020 cuando su uso se hizo obligatorio.
Este uso se prolongaría por espacio prácticamente de un año, hasta que el 20 de abril de 2021, el Gobierno decretó el fin de su uso obligatorio, con excepciones que afectaban a los centros, servicios y establecimientos sanitarios, en el transporte aéreo, por ferrocarril o autobús y en los barcos. Esta medida se ha mantenido vigente en España hasta el momento, si bien en diversos países ha ido poco a poco vigencia, especialmente en lo referente al transporte público, y no tanto en lo referido a los centros sanitarios. Entre septiembre y diciembre del pasado Portugal y Alemania, se unieron junto a otros países a la lista de Estados que había suprimido su uso obligatorio en el transporte público. España permanece como el único país del entorno que obliga a portarla en estos ámbitos a toda la población, mientras que en el resto permanece como recomendación especialmente a los grupos más vulnerables.
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Carmen Martínez, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados: 
Margarita de la Pisa, eurodiputada de Vox.: 
Ion Arocena, director general de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio): 
Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad: