Uno de los principales objetivos que aborda el desarrollo de la farmacia hospitalaria en el futuro es precisamente el dotar de competencias digitales al farmacéutico, para abordar no sólo los retos que se plantean dentro del servicio, sino también en la propia dimensión de las nuevas competencias que son necesarias para integrar al profesional tanto en el conjunto de los servicios asistenciales, como en el acompañamiento al paciente.
Yared González, farmacéutico hospitalario del servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Canarias está actualmente desarrollando un proyecto que busca introducir dentro del programa formativo de los FIR una serie de competencias que permitan, al final de la residencia, capacitar a los nuevos farmacéuticos para abordar plenamente la ejecución de proyectos en este ámbito.
Según explica González, “el proyecto surgió de la necesidad de implicar a los residentes dentro del mundo digital y de la necesidad que tenemos los farmacéuticos de alcanzar una serie de competencias que son necesarias para integrarse estratégicamente como agente de salud en el sistema sanitario”.
El proyecto, según explica, nació en 2019 con el objetivo de facilitar y fomentar la transformación cultural y digital de los Farmacéuticos Internos Residentes (FIR) para adaptarse al futuro digital de la Farmacia Hospitalaria
Para alcanzar este reto se han propuesto diseñar un itinerario formativo que ayudara a los residentes a incorporar durante esos cuatro años de residencia todas las habilidades, aptitudes y conocimientos necesarios
Apoyándose en la colaboración con los grupos de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), tanto de tutores, a través de Eva Negro, como del grupo de Farmacia Hospitalaria Digital, Alfredo Montero, que son los revisores y colaboradores del documento, el primer paso fue crear un documento que sirviera para fijar las competencias que debían formar parte de esa formación, “centrada principalmente en aquellos aspectos que le sirva al farmacéutico en su día a día”.
Estas competencias nacen de una combinación de lo que señala el Marco Europeo de Competencias Digitales para los Ciudadanos (DigiComp), y una publicación liderada por uno de los coautores de este documento que adaptaba ese marco a lo que deben ser las competencias digitales clave de los profesionales sanitarios.
De ahí se extrajeron las seis competencias digitales básicas, que deben tener los farmacéuticos de hospital y que, de forma esquemática son: Alfabetización en Salud Digital; gestión eficaz de la información científico sanitaria; Creación de contenido científico-sanitario; Comunicación sanitaria 2.0 tanto a nivel interno, como externos en redes sociales y Análisis y manejo de los datos . A todas ella, el equipo que ha desarrollado el proyecto ha añadido además una séptima que es poder pilotar un proyecto en salud digital.
“Cada una de esas competencias tiene una serie de conocimientos, aptitudes y habilidades que debe trabajar el residente a lo largo de su proceso formativo; este documento sirve de guía a los tutores y a todos los servicios de farmacia para construir su propio itinerario formativo”.
Actualmente el proyecto está desarrollando en el centro canario la fase piloto para llevarlo a la práctica y valorando cómo el residente parte de unas competencias y cómo las va incorporando en los cuatro años y ver si es efectivo o no lo es”.
“La idea es iniciar el pilotaje en una fase local, creando herramientas que permitan obtener los conocimientos necesarios a los residentes y que después se puedan trasladar al servicio para que nos ayuden en el día a día”, indica. “Las competencias se introducen de manera gradual, a través de un plan de estructuración de cómo el residente tiene que ir incorporando cada una de esas competencias digitales cada año”.
La Pirámide de Maslow, el modelo psicológico que representa las jerarquías en las necesidades humanas, es el modelo seguido para desarrollar el proyecto. La pirámide de Maslow “nos habla de cinco niveles jerárquicos: Cuando uno cumple una necesidad, sigue pasando de nivel hasta que cumple su deseo”. En el caso del proyecto, “a través de este modelo hemos analizado las competencias que debe tener un farmacéutico hospitalario”. En este sentido González explica que “tenemos que trabajar por competencias; al final es la manera de aprender a aprender y con las vivencias, la experiencia y los conocimientos que vas recogiendo a lo largo de toda tu vida lo vas llevando a la práctica, que es lo que nos falta a veces”.
“A veces nos enfocamos mucho en las herramientas digitales y vemos como las cosas fallan porque no hemos trabajado la parte de competencias”, explica el farmacéutico. “Tenemos que tener claro que nuestro entorno tenemos que ser especialistas en nuestra rama, la Farmacia Hospitalaria, donde tenemos que tener unas competencias duras y bien entrenadas; este sería el primer nivel en nuestra pirámide y desde ahí tenemos que tener otras competencias de otras especialidades, y una de ellas, de manera trasversal, son las TIC, que serían las competencias digitales que debemos aprender para integrar nuestro conocimiento como farmacéuticos, dentro de los equipos multidisciplinares y ofrecer así nuevos roles que antes no existían”.
Esta es, indica, la filosofía detrás de este proyecto; “tener un pensamiento abierto, prospectivo, ser hábiles, usar metodologías”. Una filosofía que “facilite desarrollar soluciones, probarlas corregirlas y que nos permita ser más operativos y eficientes , saber compartir el conocimiento con otros profesionales con los que tenemos objetivos comunes. Y todo ello orientado a tener mejores resultados, a tener una mejor calidad en la atención”.
“Debemos implicar a los residentes en un papel que vincule mucho más a la farmacia hospitalaria en tareas clínicas y de acompañamiento a los pacientes”, asegura Yared González, y “sobre todo tenemos la necesidad de ser creativos. Resolver problemas de una manera que antes no éramos capaces de hacer. Igual era porque no teníamos la tecnología, o no conocíamos esas metodologías y esos procesos”, afirma. En conclusión, indica, “nosotros vamos a ser mejores profesionales, pero sobre todo las personas a las que atendemos van a tener una mejor atención, sin perder nuestra filosofía de que somos farmacéuticos de hospital y que tenemos unos objetivos que cumplir.
González asegura que, como dijo Jack Dorsey, cofundador de Twitter, “el mundo se puede cambiar en 140 caracteres” y con nuestro proyecto Codifir hemos sido valientes queremos transformar la Farmacia Hospitalaria, a través de 7 competencias digitales. Esto no llega de la noche a la mañana requiere de tiempo, un gran cambio cultural y de pensamiento. Nuestra misión es allanar ese camino”.