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Terapéutica

Colaborar entre servicios para ofrecer alternativas al paciente

Farmacia, Interna e Informática se unen en el Hospital Universitario de Fuenlabrada para presentar un proyecto de colaboración basado en inteligencia artificial dirigido a ayudar a recuperar el control de su vida a pacientes que se ha sufrido enfermedad tromboembólica.
De izquierda a derecha, Jorge Tarancón, Cristina Bravo, Elena Madroñal y Araceli Merino, residente de Farmacia.

El tromboembolismo venoso puede afectar a cualquier persona, de cualquier edad y con independencia de los efectos que pueda causar en cada caso concreto, lo que si provoca en todas las personas que los padecen es una alteración muy importante en su forma de vida.

Dar una respuesta a esos pacientes es el objetivo de con el que ha nacido el proyecto Promete del Hospital de Fuenlabrada, donde los servicios de Farmacia, Medicina Interna e Informática, se han unido para lograr un sistema de evaluación de resultados clínicos basado en Inteligencia Artificial que permita usar medidas objetivas y subjetivas a través de la opinión de los pacientes, que permita un mejor abordaje de las necesidades de los tratamientos en pacientes anticoagulados.

Jorge Tarancón, del área de Sistemas de Información, Cristina Bravo, farmacéutica del Servicio de Farmacia Hospitalaria, Elena Madroñal del Servicio de Medicina Interna y Araceli Merino, residente de Farmacia, son los profesionales que han puesto en marcha este proyecto, basado en la colaboración entre servicios y dirigido a facilitar de la forma más eficaz posible la explotación de la información que se posee sobre el paciente.

Tarancón, ingeniero biomédico explica que “no sé si es por la política del hospital, o por cualquier otra razón, pero es verdad que la colaboración aquí es bastante sencilla”. “Hay una gran colaboración entre servicios”, asegura.

El objetivo del proyecto ha sido “poner el conocimiento de cada uno al servicio del resto”. En nuestro caso, en Informática, “nosotros sabemos dónde tenemos almacenados los datos, clínicos, farmacéutico y cómo sacarlos”, indica este profesional, quién indica que “por encima de los problemas técnicos que siempre pueden existir, para nosotros, aportar la  base para la explotación de los datos es sencilla”.

“Lo que queremos es recuperar en tiempo real toda esa información de lo que le pasa en su día a día para que alguna forma podamos recopilarla y a partir de ahí tomar las mejores decisiones”, explica la farmacéutica Cristina Bravo.

La atención en estos procesos” depende mucho de la valoración que hace el paciente por ello al final necesitamos que las personas nos aporten información sobre cómo es su día a día desde que se levantan hasta que se acuestan”.

De la misma opinión es la internista Elena Madroñal, quien indica que el servicio de farmacia, hace “una labor muy asistencial, más que la que a priori se podía pensar y no solamente a raíz de este proyecto”.

Lo que queremos con este proyecto “es dar un paso más allá en la colaboración”. Las historias clínicas “están llenas de datos, pero no los sabemos explotar, lo que queremos con esto es a través de la colaboración entre medicina, farmacia e informática  y el paciente, mejorar en la atención en cuanto al seguimiento de tratamientos, posibles efectos adversos que pueda tener, cómo afecta a su calidad de vida”.

“Desde luego pensamos que esta enfermedad tiene un tratamiento tiene un alto impacto en su vida y por eso queremos  dirigir nuestra actitud médica”, indica.

Finalmente Cristina Bravo explica que el proyecto tiene como propósito "devolver al paciente el control de su vida". En ese sentido explica, que en el Hospital "tenemos muchos datos y mucha información del paciente, pero nos falta el hueco de su día a día". Por eso, una de las cosas que más nos importan es "saber qué quieren los paciente".

Proyecto Promete

El trabajo que realizan los profesionales de Fuenlabrada es el denominado proyecto Promete (Patient Reported Outcomes Measures), en pacientes con Enfermedad TromboEmbólica dirigido a recopilación de resultados reportados por el propio paciente relativos a su calidad de vida junto con otra información de interés clínico.

A este sistema se incorporarán técnicas de análisis de Real World Data (datos observacionales derivados de lo que ocurre en el mundo real) e inteligencia artificial para obtener y analizar los datos proporcionados, así como realizar análisis predictivos para la prevención de recurrencia/mortalidad. Además, este sistema establecerá algoritmos que impacten en la toma de decisiones clínicas.

Tras su implementación a lo largo de este año se espera que este proyecto permita la recopilación de información relativa a calidad de vida, limitaciones funcionales, satisfacción con el tratamiento anticoagulante, cambios en la visión de vida, bienestar psicosocial, lo que se denomina a nivel asistencial como PROMs, de manera eficiente y que ayuden al paciente a retomar su actividad diaria tras haber sufrido un evento tromboembólico, retomar el control de  su calidad de vida, y proporcionarle el acompañamiento adecuado durante este proceso.

La primera fase del proyecto va a a establecer las bases antes de construir el servicio digital. Para ello, se segmentará a los pacientes con enfermedad tromboembólica en tres o cuatro grupos en base a sus necesidades y se entrevistará a una muestra representativa de cada grupo para analizar e identificar patrones comunes. En esta primera recopilación de datos se incluirán los que hacen referencia a los PROMs y, además, las variables clínicas asociadas a posible recurrencia/supervivencia, complicaciones asociadas con el tratamiento (sangrado, complicaciones asociadas a procedimiento) y consecuencias a largo plazo.

Tras los resultados exploratorios, se diseñará el prototipo Promete y se seleccionarán los pacientes para llevar a cabo un testeo real y evaluar si se mantienen las hipótesis parcialmente validadas inicialmente.

Por último, los datos proporcionados en las fases anteriores se analizarán mediante técnicas de inteligencia artificial con el fin de realizar análisis predictivos para prevenir recurrencia, adaptar de forma individualizada el tratamiento anticoagulante y acompañar al paciente en la mejora del control de su vida. Asimismo, se establecerán algoritmos que impacten en la toma de decisiones en base a la información proporcionada junto con otras variables de interés clínico.

El planteamiento del trabajo salió de una iniciativa de profesionales premiada en el  Hackathon de SOUL Hi Hub, un encuentro que congregó a más de 100 profesionales procedentes del ámbito hospitalario, sociosanitario, tecnológico y educativo.

El objetivo de esta iniciativa impulsada por la Orden San Juan de Dios fue desarrollar soluciones innovadoras para problemas reales del sector de la salud que impliquen el trabajo de equipos multidisciplinares que aporten distintas perspectivas. Precisamente, el término ‘hackathon’ se define en el ámbito de la informática como aquellas reuniones entre programadores para realizar desarrollos colaborativos con el fin de dar respuesta a un problema concreto.

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