Terapéutica

Los problemas de suministro con metilfenidato puede incrementar el riesgo de recaídas en adicciones

Para la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) estas recomendaciones lanzadas por la Aemps, “son insuficientes y quizás no son las más adecuadas” para los pacientes con patología dual, que además de TDAH presentan otro trastorno mental, por regla general una adicción.

En las últimas semanas han saltado las alarmas al anunciarse los problemas de suministro de varios medicamentos que contienen metilfenidato, un grupo de fármacos autorizados para el tratamiento del trastorno por déficit de atención-hiperactividad (TDAH). Desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) se anunciaron hace unos días una serie de recomendaciones de prescripción para hacer frente a los problemas de suministro.

Entre esas recomendaciones, indicadas sobre todo para el inicio de nuevos tratamientos, estaría la iniciación de los nuevos tratamientos con las presentaciones de metilfenidato en comprimidos de liberación inmediata y en cápsulas de liberación modificada, en lugar de los comprimidos de liberación prolongada usados de forma habitual; y en el caso de los pacientes ya tratados con comprimidos de liberación prolongada, la valoración del cambio de tratamiento a otras presentaciones de metilfenidato disponibles.

Para la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), estas propuestas “son insuficientes y quizás no son las más adecuadas” para los pacientes con patología dual, que además de TDAH presentan otro trastorno mental, por regla general una adicción. “Las presentaciones de metilfenidato en comprimidos de liberación prolongada aseguran unas concentraciones plasmáticas estables y evitan el ‘high’ o ‘subidón’ que producen estos mismos medicamentos cuando son de liberación inmediata, sobre todo en personas vulnerables a sufrir un trastorno mental como la adicción a estimulantes. Las personas con patología dual no deberían usar estos fármacos de liberación inmediata”, sostiene el doctor Néstor Szerman, psiquiatra del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y presidente de la Fundación Patología Dual.

Según Szerman, en el mercado existen otros estimulantes que actúan como profármacos y que podrían ser de utilidad en una situación como la actual en el caso de los pacientes con patología dual, como la lisdexanfetamina. Sin embargo, añade, la autorización para el uso de este fármaco solo se da si se demuestra la falta de eficacia de metilfenidato.

“Es obvio que, existiendo alternativas seguras, que al parecer no han resultado afectadas por este desabastecimiento, se deberían arbitrar medidas administrativas que aseguren su disponibilidad para los pacientes con patología dual. Es una situación de emergencia y en estos casos se deben regular medidas excepcionales”, asegura.

Según la evidencia científica, un paciente con TDAH tiene 8 veces más probabilidades de tener adicción al cannabis. Asimismo, la presencia del TDAH se da en uno de cada dos pacientes con adicción al juego o a la cocaína; y esta interrelación también es muy elevada en el caso del trastorno por uso de tabaco. En ese sentido, desde la SEPD se alerta de que los pacientes con patología dual quedan en una situación “muy delicada” por la falta de suministro de presentaciones de metilfenidato en comprimidos de liberación prolongada.

“Las personas con patología dual son las que sufren una adicción y otro trastorno mental, en este caso un TDAH. Esta situación clínica es más frecuente de lo que puede suponerse y en general está infradiagnosticada. Cuando estas personas tienen la suerte de ser diagnosticados de patología dual y consiguen con el tratamiento adecuado, su evolución mejora y logran mantener una mayor estabilidad emocional, cognitiva y conductual. Ahora, sin embargo, la falta de este fármaco puede incrementar el riesgo de que aumenten el consumo de tabaco, de que recaigan en el juego de apuestas compulsivo o de que sufran recaídas graves en el consumo de sustancias ilegales como la cocaína o el cannabis”, defiende Néstor Szerman.

Desde la SEPD, su vicepresidente, el doctor Pablo Vega, director médico del CAD en el Instituto de Adicciones de Madrid Salud, recuerda además que los profesionales que trabajan en la red de adicciones atendiendo a pacientes con patología dual no tienen autorización para prescribir lisdexanfetamina y en la actualidad no pueden prescribir metilfenidato de liberación prolongada por falta de suministro de estos fármacos, lo que en su opinión constituye “una situación de discriminación mayor” para unos pacientes con patología dual que “ya encuentran muchas barreras para acceder a tratamientos eficaces y seguros”.

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