El tratamiento menos riesgoso es viable para pacientes mayores con estenosis espinal lumbar
MARTES, 7 de abril de 2015 (HealthDay News) -- La terapia física puede ser igual de buena que una cirugía para los adultos mayores con un tipo de dolor crónico de espalda baja, según sugiere nueva investigación.
Entre los tratamientos estándar para la estenosis espinal lumbar -- un estrechamiento doloroso y en ocasiones incapacitante del canal vertebral -- están una operación conocida como descompresión quirúrgica y la terapia física.
Pero esta última es mucho menos invasiva y menos riesgosa que la cirugía.
"Los eventos adversos a causa de la cirugía van de 15 a 20 por ciento, y de estos la mitad son graves o potencialmente mortales", dijo el autor del estudio Anthony Delitto.
"Los riesgos de la terapia física son considerablemente menores y sería difícil considerar que cualquiera de ellos es serio", señaló Delitto, profesor de terapia física y decano asociado de investigación con la escuela de ciencias de la salud y la rehabilitación en la Universidad de Pittsburgh.
Los resultados del estudio, financiado por el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y Cutáneas de los Estados Unidos (U.S. National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Diseases), apareció en el número del 7 de abril de la revista Annals of Internal Medicine.
De acuerdo a la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (American Academy of Orthopaedic Surgeons), la degeneración vertebral y el desgaste (a menudo a causa de la artritis crónica) pueden estrechar el espacio alrededor de la médula espinal, secando los discos intervertebrales y comprimiendo la médula y sus raíces nerviosas. Esto se conoce como estenosis espinal lumbar.
La afección, que provoca dolor, adormecimiento y/o debilidad en la espalda baja, el posterior y las piernas, aparece principalmente en pacientes de 60 años en adelante.
Los tratamientos no quirúrgicos, como los medicamentos antiinflamatorios y la terapia física, no revierten el estrechamiento del canal vertebral, pero pueden ofrecer alivio del dolor y restauración de la movilidad notables, según expertos.
Las opciones quirúrgicas incluyen la descompresión vertebral (o laminectomía), que involucra el retiro de huesos, osteofitos y ligamentos que ejercen presión en los nervios espinales. La fusión vertebral, en ocasiones en conjunto con la descompresión, es otra opción. Delitto señaló que tanto la cirugía como la terapia física están cubiertas por Medicare, lo que significa que si bien la cirugía luce mucho más costosa en papel, los pacientes que optan por la terapia física en ocasiones enfrentan desembolsos ligeramente más elevados.
Para evaluar los beneficios comparativos de cada uno de los tratamientos, los investigadores se concentraron en casi 170 pacientes con estenosis espinal lumbar que buscaron atención en el occidente de Pennsylvania. En promedio, los participantes tenían edades de entre 65 y 70 años y ninguno se había sometido anteriormente a cirugía para aliviar la afección. Todos demostraron tener una discapacidad motriz similar, y en una escala de dolor del 1 al 10, todos se registraron como un 7 antes del tratamiento.
Se asignó aleatoriamente a alrededor de la mitad de los pacientes someterse a cirugía de descompresión entre 2000 y 2007. Ninguno se sometió a cirugía de fusión.
A la otra mitad se le asignó aleatoriamente asistir dos veces por semana a terapia física por seis semanas. Sin embargo, los pacientes del grupo que recibiría terapia física podían cambiarse al grupo de cirugía, y más de la mitad de ellos eventualmente lo hizo.
Se realizaron evaluaciones de movilidad a las 10 semanas, a los seis meses y tras un año. Dos años después de la cirugía o de la finalización de la terapia física, los pacientes llenaron una encuesta diseñada para evaluar el dolor, la discapacidad y la función, los síntomas y las expectativas.
El resultado: En términos de alivio del dolor y función no hubo una diferencia a largo plazo entre la cirugía y la terapia física según los investigadores.
No todos los pacientes consiguieron un "nivel de mejora clínicamente significativo". Pero tanto los pacientes que se sometieron a terapia física como los que se sometieron a cirugía comenzaron a experimentar beneficios luego de solo 10 semanas, y en ambos grupos continuaron las mejoras a lo largo de los siguientes cuatro meses, de acuerdo a los investigadores. De manera similar, ambos grupos mantuvieron sus avances igual de bien tras la marca de los dos años.
La Dra. Rachel Rohde, cirujana ortopédica en el Sistema de Salud Beaumont en Royal Oak, Michigan, dijo que la mayoría de los cirujanos de la columna ya prefieren la terapia física a la cirugía siempre que sienten que es seguro optar por dicha opción.
"Son opciones completamente diferentes", dijo, añadiendo que en ocasiones, posponer la cirugía no es seguro. "Si hay posibilidad de daño permanente de nervios, por ejemplo, entonces demorar implica un riesgo", explicó.
Pero cuando la opción no invasiva es apropiada y segura, "ciertamente podríamos recomendar [la terapia física] primero, junto con la modificación de actividad, ferulización, soporte [y] antiinflamatorios", dijo,
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Anthony Delitto, PT, PhD, profesor, departamento de terapia física y decano asociado de investigación con la escuela de ciencias de la salud y la rehabilitación en la Universidad de Pittsburgh; Rachel Rohde, cirujana ortopédica en el Sistema de Salud Beaumont en Royal Oak, Michigan; Annals of Internal Medicine, 7 de abril de 2015