La prescripción diferida de antibióticos es una pauta de administración que puede disminuir el uso no justificado de estos medicamentos contribuyendo a su mejor uso. Así se determina en un estudio, publicado en Jama International, en el que han participado médicos de familia de nueve centros de salud del Servicio Madrileño de Salud.
La prescripción diferida consiste en proporcionar una receta de un antibiótico al paciente con instrucciones para que lo tome únicamente si sus síntomas no mejoran o empeoran algunos días después de la visita médica. Es aplicable a las infecciones respiratorias agudas como faringitis aguda, la rinosinusitis o la bronquitis aguda, uno de los principales motivos de consulta en Atención Primaria.
En este estudio se realizó un ensayo clínico multicéntrico con 405 pacientes escogidos aleatoriamente para comprobar si la prescripción diferida de antibióticos podría ser una estrategia que ayudase al consumo racional de estos fármacos. Se comparó la eficacia y la seguridad de dos estrategias de prescripción "diferida": con la prescripción antibiótica inmediata y con la no prescripción. En las estrategias diferidas, los pacientes presentaron síntomas con una severidad y una duración ligeramente mayor pero clínicamente similar a los de la prescripción inmediata, y además mostraron una reducción drástica, de más del 60%, del consumo de antibióticos en comparación con estos últimos.
Uso prudente de antibióticos
El estudio contribuye a fomentar el uso prudente de antibióticos y demuestra que esta pauta de prescripción puede disminuir el uso no justificado de antibióticos contribuyendo a su mejor uso; además facilita su acceso caso de necesidad, implicando al paciente en la toma de decisiones. Asimismo, no se observaron aumento de complicaciones infecciosas ni un peor control de los síntomas.
La prescripción diferida también contribuye a concienciar sobre el escaso valor que puede tener el uso de antibióticos en algunas infecciones frecuentes, en muchos casos sin necesidad de tratamiento. Además, contribuye a cambiar la percepción del paciente sobre la utilidad y necesidad de los antibióticos.