La prescripción diferida de antibióticos en el tratamiento de las infecciones respiratorias agudas del tracto superior se revela como una estrategia eficaz, segura y útil para reducir el consumo innecesario de estos medicamentos. Así lo concluye el informe de evaluación elaborado por Avalia-t, la Unidad de Asesoramiento Científico-Técnico de la Agencia Gallega para la Gestión del Conocimiento en Salud (ACIS), para la Red de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (RedETS).
El documento analiza la evidencia disponible sobre esta práctica clínica, que consiste en indicar al paciente el inicio del tratamiento antibiótico solo si los síntomas empeoran o no mejoran pasados unos días. Esta fórmula se ha convertido en una herramienta relevante en la lucha contra la resistencia antimicrobiana y la sobreprescripción.
Resultados clínicos comparables y menor consumo
Según se recoge en el informe, la prescripción diferida “ha demostrado ser más efectiva” que la prescripción inmediata ya que “reduce significativamente el uso de antibióticos” y no muestra diferencias relevantes en los resultados clínico o efectos adversos.
El análisis de múltiples ensayos clínicos aleatorizados indica que la tasa de utilización de antibióticos fue notablemente inferior en los grupos con prescripción diferida, sin que ello supusiera un aumento en la duración de los síntomas ni un mayor número de complicaciones. Además, el informe apunta que tampoco se observaron diferencias estadísticamente significativas en la satisfacción de los pacientes con la atención recibida.
Aplicable en infecciones leves
La evidencia analizada en el documento muestra que la prescripción diferida es especialmente útil en infecciones respiratorias autolimitadas como la faringitis, otitis media aguda, resfriado común o sinusitis leve. Estas patologías presentan una alta tasa de resolución espontánea y una limitada efectividad de los antibióticos.
El informe también destaca que el tipo de estrategia de prescripción diferida utilizada (receta entregada directamente al paciente, recogida posterior en el centro o con contacto telefónico) no muestra diferencias relevantes en los resultados clínicos.
Información y comunicación, claves para el éxito
Entre las recomendaciones para su implementación, Avalia-t subraya la necesidad de garantizar que el paciente reciba una información adecuada sobre cuándo y cómo usar el antibiótico en caso de necesidad. Según el informe, la información ofrecida al paciente y su nivel de comprensión pueden influir en la efectividad de la intervención y en el uso final del antibiótico.
La prescripción diferida se presenta así como una estrategia coste-efectiva y alineada con los objetivos del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), al contribuir a disminuir la presión antibiótica, evitando su uso inapropiado y, por tanto, a frenar la aparición de resistencias.