La población valora muy positivamente el Programa de detección precoz de cáncer colorrectal y avala la oficina de farmacia como punto de distribución y recogida de los kits para la realización de la prueba, así como el papel del farmacéutico, según se desprende de un estudio publicado en Gastroenterología y Hepatología. El trabajo fue realizado a partir de entrevistas a 1.189 personas que habían sido invitadas en los dos años anteriores a la realización de la prueba en Barcelona. De ellas, 553 participaron en el programa, con resultado negativo del test; otras 326 también incluidas pero con resultado positivo, y 310 que no participaron.
De los resultados destacan las altas puntuaciones obtenidas en cuanto a la atención en la farmacia, su accesibilidad y el papel como centro de recogida y entrega del test, que obtuvieron una 9,3 de media, en una escala entre el 0 y el 10. La claridad de la información en general fue valorada con un 8,9 de media.
Entre los aspectos no tan bien valorados del Programa se encuentra la preparación de la colonoscopia, refiriendo bastantes o muchas molestias el 41,6% de los encuestados. Otro de los puntos menos positivos fue la preocupación al recibir telefónicamente el resultado del test, que fue referida por el 78,9% de participantes.
Respecto a con quién consultan un resultado positivo, un 65% lo hace con algún familiar o conocido, mientras que entre el 17,3% y el 24,1% (dependiendo de la edad) lo hacen con el médico.
La encuesta también se interesó por los motivos por los que no participaron en la prueba a pesar de haber sido invitado. Casi la mitad (el 49,3%) respondió no darle importancia al tema, mientras que un 25,8% afirmó haberse sometido recientemente a un control por problemas de colon y el 21,1% mencionó algún impedimento de tipo personal.
La puntuación respecto a la satisfacción general ante el Programa fue de 9,5, y el 67,4% otorgó al mismo una puntuación de 10.