Profesión

“Con el Programa de Coordinación ha mejorado la atención al paciente”

Alicia Moro es titular de una de las farmacias participantes en el Programa de Coordinación del Centro de Salud Daroca, en Madrid, con farmacéuticos de su zona, y opina que ha mejorado la atención al paciente y la relación entre profesionales.
Alicia Moro, titular de una farmacia participante en el Programa de Coordinación con el Centro de Salud Daroca.

Alicia Moro es titular de una de las farmacias que participan en el Programa de Coordinación entre el Centro de Salud Daroca y los farmacéuticos de la zona, impulsado en el distrito de Ciudad Lineal de la ciudad de Madrid. En este entrevista con Diariofarma, explica cómo ha sido su experiencia, teniendo en cuenta su implicación en el proyecto desde el principio, ya que fue una de sus impulsoras.

Pregunta. ¿Cuánto tiempo lleva su farmacia adherida al Programa de Coordinación con el Centro de Salud Daroca?

Respuesta. Pues siete años, ya que yo fui una de las impulsoras del proyecto.

P. ¿De dónde surge la iniciativa?

R. Fue a raíz de un problema con una receta que le surgió a una compañera. Decidimos reunirnos con la directora del centro para ver cómo nos podíamos coordinar mejor. Les conté a las 37 farmacias de la zona que desde el centro querían vernos y en una primera reunión, en la que también estuvieron los médicos, la asistencia fue reducida, aunque a la segunda ya vinieron más farmacéuticos. Ahí vimos la necesidad de trabajar de manera coordinada y habilitamos una línea telefónica para crear un canal de comunicación directa entre las farmacias y el centro de salud, además de un correo electrónico, ajustando las comunicaciones en ambos casos a la Ley de Protección de Datos.

P. ¿Qué condiciones tenían que cumplir las farmacias para poder adherirse?

R. El único requisito era ser de la zona de influencia del Centro de Salud Daroca, que está en el distrito de Ciudad Lineal. Más allá de eso, no había ningún requisito. El proyecto es de adhesión voluntaria. De hecho, hay algunas que se han adherido pero participan poco o nada de las acciones. Normalmente, somos unas 10 farmacias las que estamos más activas, por ejemplo, en lo que tiene que ver con las formaciones. Las otras 20 se dedican más bien a estar al día.

P. Más allá de la experiencia de su compañera, a usted ¿qué le llevó a participar en este proyecto?

R. Me he encontrado casos en los que al paciente le han mandado unos pañales y no son de su talla, o el médico no sabía el Código Nacional. Tras la entrada de la e-receta, ni ellos conocían nuestro vademécum ni nosotros el suyo, por lo que se han dado desajustes. Por ejemplo, si un médico no habla de número de dosis, yo tengo que dar la inferior, y a lo mejor hablamos de un paciente crónico. También tiene su utilidad en materia de desabastecimientos. A veces los médicos recetan durante dos meses un medicamento que no está en el mercado. Ellos pueden consultar en la web del Ministerio, pero las actualizaciones son mensuales. Nosotros pedimos todos los días y las alertas nos saltan a diario y podemos avisarles de que no receten ese medicamento porque está suspendido.

P. Además de éstas que ha descrito, ¿qué tipo de intervenciones son las más frecuentes en el día a día, dentro de este programa de coordinación?

R. Pues en la farmacia resolvemos consultas, por ejemplo, sobre si un producto está financiado o no, proponiendo incluso alternativas a los médicos que tratan de dar siempre medicamentos o productos financiados. A veces al paciente se le agota el medicamento, por descuidos, por pérdidas, etc.,  y acude a nosotros para que llamemos al médico y les active su medicación, ahorrándoles pedir cita para acudir al centro de salud. También nos comunicamos con ellos cuando se dan efectos adversos y resolvemos consultas sobre interacciones, gracias al apoyo que nos da Bot Plus. Hay casos, por ejemplo, de pacientes que no pueden tomar paracetamol y se le receta efervescente, pero el médico no sabe de galénica y no cae en que eso le puede disparar la tensión. O el ibuprofeno, que a los diabéticos les puede descompensar los niveles de azúcar.

P. Hablaba también de actividades de formación... 

R. Yo, junto con un médico del centro, damos las sesiones de ‘Farmaactualidad’. Los médicos del Centro elaboran un guión, que yo reviso, y ofrecemos esta formación en formato telediario. Incluye varias secciones. La primera se llama 'Novedades': con las últimas informaciones sobre efectos secundarios, nuevas indicaciones, necesidad o no de visado, etc. La segunda se denomina 'Alertas sanitarias', relacionadas siempre con los medicamentos. Y una tercera bautizada como 'Top tendencias', con información sobre avances en el ámbito de la salud.

P. ¿Cuáles diría que son los beneficios para el paciente?

R. Sin duda con este Programa de Coordinación hemos mejorado la atención al paciente. Por un lado, ofreciéndoles una mayor comodidad, al evitarle visitas al Centro de Salud. Y luego, lo más importante, hemos mejorado la seguridad. Eso es lo fundamental.

P. Se le ve satisfecha...

R. El nivel de satisfacción, no solo el mío, sino el de todos los agentes implicados, es del 100%. Hemos mejorado mucho la atención y también la relación entre los propios profesionales.

P. Y todo esto, ¿cómo ha cambiado la forma de trabajar en su farmacia? ¿Ha necesitado incorporar a alguien?

R. Yo dedico 12 horas diarias a mi farmacia y no me puedo permitir pagar una incorporación. No somos una farmacia de paso y el 80% de mi facturación viene de receta. Sólo un 20% de la venta libre. No obstante, soy de las que piensa que cuando una farmacia comienza a convertirse en un centro comercial, mal asunto. Pienso que es perder la identidad, sobre todo porque ahí hay mucha competencia, alguna de ella desleal, negocios que bordean la legalidad. Yo trato de hacer farmacia asistencial. Llevo 40 años aquí, he tejido una relación de confianza absoluta con los pacientes, ofrecemos cercanía y muchas veces, también compañía.

 

 

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