El Ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha tenido que afrontar la primera sesión de control al Gobierno, centrada en el covid-19, con una estrategia defensiva de las actuaciones realizadas hasta el momento, aduciendo en todo momento haber seguido las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como el Centro Europeo para la prevención y control de enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), así como las pautas marcadas por los técnicos en nuestro país.
Esos argumentos no han sido suficientes como para evitar que la oposición haya criticado tanto las actuaciones que ha seguido el Gobierno de España desde el inicio de la crisis del covid-19 hasta la actualidad, así como los resultados obtenidos en términos de muertos y afectados, dado que nos situamos al frente de los ránking mundiales en estos parámetros.
El ministro ha explicado en el Congreso de los Diputados que cuando el 30 de enero la OMS declaró una pandemia internacional, “nuestro país ya cumplía las recomendaciones” que realizaba este organismo internacional. Igualmente, cuando el 12 de marzo el ECDC propuso medidas de distanciamiento social, “nuestro país las cumplía en zonas de transmisión significativa”, explicó Illa. Igualmente, el ministro ha vuelto a asegurar que España fue el primer país en decretar el Estado de Alarma en función del número de afectados y fallecidos en el momento de hacerlo.
Por todo ello, Illa ha querido remarcar que, para el Ejecutivo, “la primera prioridad es la salud, de los ciudadanos, la segunda la salud, de los ciudadanos y la tercera, la salud, de los ciudadanos”.
Récords bochornosos
Sus palabras fueron respondidas por la portavoz del PP, Concepción Gamarra, quien achacó al Ejecutivo “los bochornosos récords mundiales de mayor número de casos por habitantes, más fallecidos por habitante y mayor porcentaje de sanitarios por habitante”. Para Gamarra, todo ello es “evidencia científica y no son casualidades”.
La portavoz del PP aseguró que esperaba una asunción de errores y petición de perdón por parte del ministro de Sanidad por “no haber protegido adecuadamente” a los españoles. Según ella, España “no actuó ante las recomendaciones de los organismos internacionales”, en relación a hacer acopio de material sanitario y permitió que “el virus fuera avanzando”.
Gamarra también ha criticado la tardanza en avanzar en el conocimiento epidemiológico de la enfermedad. “Proteger a los españoles es conocer la realidad epidemiológica: test, test y test” y a este respecto, aseguró que todavía hoy no se sabe cuántos test y con qué resultado se han realizado en nuestro país. Por ese motivo, dijo que hoy en día sigue sin ser una realidad la realización de los test masivos pese a los anuncios del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el propio ministro Illa.
Las críticas de Gamarra también se han centrado en la compra de material sanitario y la falta de coordinación con el mando único para centralizar compras. “Ud. lo utilizó para requisar las compras a las comunidades autónomas y generó desprotección con su ineficacia”, ha asegurado.
Por último, Gamarra ha pedido al ministro más previsión y claridad en los mensajes. “Proteger a los españoles es darles mensajes claros, simples y coherentes, darles certidumbre, pero la incoherencia e improvisación dirigen todas sus acciones”. Por ese motivo, la diputada popular ha achacado a Illa ir “sin rumbo ante la importante desescalada que tenemos por delante, y el problema es que Ud. no va solo, nos lleva a todos los españoles”.
Número real de muertos
Por su parte, el portavoz de Vox, Juan Luis Steegmann, centró su intervención en las cifras de muertos que se han producido por el covid-19. A este respecto, reclamó del Gobierno transparencia para conocer el número real de fallecidos a consecuencia de este virus.
Steegmann explicó que además de los fallecidos a los que se ha hecho una PCR que haya resultado positiva, “hay fallecidos que son casos posibles, probables o sospechosos a los que nos se ha hecho el test; ancianos que han fallecido en las residencias y cadáveres sin autopsia legal”. Ninguno de los fallecidos incluidos en estos tres grupos forman parte de las estadísticas, denunció Steegman, que también consideró necesario tener en cuenta a las “víctimas colaterales”, es decir, aquéllos que no han acudido al hospital o al médico por miedo a contagiarse o quienes no han recibido la asistencia adecuada por la saturación existente en el sistema sanitario. El portavoz de Vox cerró su intervención criticando esto y preguntándose si estamos ante “¿chapuza o mala fe? Ya que es un insulto a los muertos y un desprecio a quienes les lloran”.
Illa criticó las palabras del portavoz de Vox: “Le pido que seamos serios con las cifras y con los datos. Si no quieren colaborar, si no se quieren sumar al esfuerzo colectivo para vencer al virus, por lo menos, no desinformen”. Previamente, el ministro había vuelto a explicar que el criterio para contabilizar los fallecidos por covid-19 era que tuvieran una PCR positiva, según él “como establecen los protocolos internacionales”.
Más certidumbre
Ejerció como portavoz de Ciudadanos Edmundo Val, quien aseguró tener la “certidumbre de que el gobierno va improvisando y eso es lo que llamo la alarma dentro del estado de alarma”. Según dijo, se ha improvisado con las mascarillas y se ha improvisado con el reparto el pasado lunes en las estaciones de Metro. “¿Somos los ciudadanos los que nos tenemos que comprar las mascarillas en las farmacias? ¿son las empresas las responsables de dotar de mascarillas? Aclárenoslo”, reclamó.
Además, instó al Ejecutivo a apoyarse lealmente en la oposición y a no tomar medidas unilaterales. “¿No cree que estas medidas deberían huir de la unilateralidad y contar con el consenso de la oposición?”, preguntó a Illa.
En relación con las mascarillas también criticó los cambios de opinión del gobierno. “¿Ahora son útiles las mascarillas cuando hace dos semanas no lo eran? ¿O es que jugaban a la desinformación porque no había mascarillas suficientes?”.
La crítica de Val llegó también hasta los test, y preguntó qué pasó con esa partida que no era fiable, si se ha devuelto el dinero y si se han cambiado por test fiables. Además, recordó al ministro que “siguen teniendo la obligación de transparencia e información” en la contratación pública, por lo que reclamó el nombre del intermediario en la compra frustrada, así como los nombres de “los expertos en los que basan sus decisiones”.
Illa vinculó el cambio de recomendación de las mascarillas a un cambio en el ECDC y explicó que el pasado lunes se distribuyeron 10,5 millones de mascarillas para los trabajadores.
En relación con los test, el ministro volvió a cifrar en 20.000 test diarios, los mismos que se llevan diciendo desde el 21 de marzo, y volvió a repetir que están trabajando para incrementar” la capacidad de detección y que “estamos en la banda alta de los países europeos”.