Profesión

“Soy vehemente ante alguien que me dice que la farmacia no es clínica”

Entrevista al presidente de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) justo antes del inicio del congreso que supondrá su salida del cargo tras ocho años en la presidencia. Gómez habla, como es él, sin pelos en la lengua y con la vehemencia que le caracteriza. Pero también con el cuidado de no herir sentimientos y repartir los méritos de los logros de Sefac entre sus compañeros de sociedad y el resto de farmacéuticos.
Jesús C. Gómez, presidente de Sefac

Hacer una entrevista a Jesús C. Gómez, presidente de Sefac, es como un torbellino de datos, ideas, anécdotas y proyectos sin fin. Tratar de analizar su trayectoria en los últimos años, desde que entró en Sefac y hasta la actualidad, cuando va a dejar la presidencia, es una experiencia abrumadora. Casi dos horas de conversación para tratar de condensar lo más significativo de la visión de este personaje que reinventó, hizo crecer y consolidó la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria como referente en la evolución asistencial del farmacéutico. Ahora toca, un paso más, la farmacia clínica. Pero lo apuntalarán otros ya que deja el cargo tras el congreso de la sociedad que se inicia este lunes.

Pese a que su manera de hablar es apabullante y es consciente de su vehemencia, se le nota el cuidado por no pisar más callos de los necesarios y no lesionar sus relaciones con otros miembros de la profesión, así como repartir méritos entre sus colaboradores y otras organizaciones. No se comporta así con los que niegan el carácter asistencial y clínico a la farmacia. Con ellos, no hay compasión y aplica su vehemencia de la forma más radical.

Así es Jesús C. Gómez, el profesional que tras su paso por la industria farmacéutica recaló en la farmacia comunitaria. El abaranero que ha vivido más de media vida en Barcelona y se considera tan murciano como catalán y español, como siempre que puede asegura con orgullo. El presidente que entró de tesorero en la sociedad científica cuando sus finanzas no le dejaban dormir; la misma sociedad que ahora goza de una salud y una fuerza envidiable gracias, como él dice, al caudal humano y profesional que se ha encontrado y que le ha ayudado en la labor de liderazgo de Sefac.

Pregunta. ¿Cuál es tu balance de tu trayectoria en Sefac?

R. Cuando yo llegué a Sefac era una sociedad científica muy pequeñita. Yo entré para fundar la sección de Cataluña y para llevar las finanzas. Estuve dos años de tesorero y, al principio, pasé unos días en que no dormía tras ver las cuentas; después estuve cuatro de vicepresidente. Pusimos unos cimientos fuertes para desarrollar la sociedad con los dos presidentes, José Ibáñez y Marichu Rodríguez. Los expresidentes de Sefac [Paco Martínez; Miguel Ángel Gastelurrutia; Ibáñez y Rodríguez] son un póker de ases como personas y como profesionales. Quiero destacar al fundador, Paco Martínez, un visionario.

P. ¿Cómo ha evolucionado la farmacia en estos años?

R. Muchísimo. Ha sido una labor de mucha gente, no solo de Sefac. El desarrollo de la parte clínica de la farmacia comunitaria ha sido trabajado desde los colegios, Pharmaceutical Care o la industria, pero el papel de Sefac ha sido relevante ya que es el papel de una sociedad científica. En estos años he visto una evolución muy clara hacia la parte más clínica, que es mucho más que asistencial. Los farmacéuticos somos clínicos. Y esta definición se la debo a una persona como Miguel Ángel Gastelurrutia, que es quien me ha metido lo ‘clínico’ en el cuerpo. Pero lo hemos desarrollado entre todos.

P. ¿De qué se siente más orgulloso de estos años al frente de Sefac… más allá de la doble sede nacional?

R. (Risas) Eso es muy importante. Con todo lo que se ha vivido en Cataluña, ha servicio para cohesionar. Sefac es un ejemplo para ayudar a cohesionar. Más allá, estoy orgulloso de la gente que he conocido y que han participado en Sefac. He liderado un proyecto y espero que la gente se sienta orgullosa de quien los ha representado. Pido disculpas a quien no haya entendido algunas decisiones o le hayan sentado mal. De lo que me siento más orgulloso es de dejar el caudal profesional y humano que queda: las juntas directivas autonómicas, los grupos de trabajo, el staff, los socios. Si nuestras instituciones y profesión no saben aprovechar eso, hay que cambiar de dirigentes. Hay un equipo brutal en la farmacia comunitaria. También estoy orgulloso del potente crecimiento de Sefac y de que la gente sienta la sociedad como suya. Y de la relación con sociedades científicas médicas, algunas de las cuales tienen hasta farmacéuticos en sus juntas directivas. También destacar la firma de acuerdos que hemos hecho, por ejemplo, el último sobre el documento de síntomas menores en covid-19 junto a seis sociedades médicas, entre ellas las tres de primaria, aunque ha faltado enfermería, pese a que siempre lo he intentado y he dado pasos con ellos. Otro aspecto relevante es el desarrollo de los servicios profesionales farmacéuticos, es otro aspecto clave en el que Sefac, junto con otra mucha gente, ha tenido un peso muy importante. Eso ha tenido un impacto muy relevante sobre los pacientes.

P. El caudal humano de Sefac tiene ya una inercia que será difícil de parar de cara a avanzar en la farmacia clínica…

R. Yo creo que la próxima junta directiva lo hará muy bien, apostaría por ello. La gente que hay está muy preparada. Estoy seguro de que el próximo presidente, Vicente Baixauli, lo hará muy bien. Desde aquí quiero aprovechar para decir que los presidentes anteriores han sido respetuosos conmigo y que yo también lo seré con Vicente porque es mi amigo y daré el paso a un lado. Si me pregunta, le diré las ideas que tengo para que las pueda desarrollar y me alegraré porque trabajamos para los demás.

P. En este tiempo también se ha completado el despliegue autonómico que Sefac, que ha permitido extender la manera de entender la farmacia que tenéis

R. Sí, tenemos sedes en todas las comunidades autónomas. Estamos en todos los sitios, como la farmacia. Somos un ejemplo que cómo pueden conviví convivir culturas e idiosincrasias diferentes que se complementan y suman. Tenemos dos sedes nacionales, en Madrid y Barcelona. Y todo eso enriquece porque las visiones son diferentes pero la ciencia es la misma.

P. Y también han contribuido al desarrollo de la farmacia asistencial…

R: Creo que Sefac ha tenido un peso importante en el desarrollo clínico de la farmacia. No voy a decir si más o menos que otras instituciones. Donde hemos realizado proyectos de servicios con los colegios ha funcionado muy bien. Yo siempre he sido muy pro-colegial ya que da fuerza. Y Sefac ha dado visibilidad a la gente que ha estado desarrollando el potencial clínico. Hay farmacéuticos con un nivelazo tremendo en todos los rincones de España y Sefac ha sido una plataforma que les ha permitido exponer su trabajo

P. ¿Y qué le ha quedado por hacer, bien por el tiempo, por las circunstancias que no han sido propicias?

R. Me hubiera gustado haber transmitido a más políticos y gestores la visión de Sefac sobre cómo puede contribuir la farmacia durante la pandemia. Se ha hecho, pero a mí me hubiera gustado transmitir la filosofía Sefac. También haber llevado a cabo un proyecto con enfermería, que teníamos casi cerrado. Creo que los tres pilares del Sistema Nacional de Salud, medicina, enfermería y farmacia tienen que trabajar complementariamente, cada uno en lo suyo, pero de forma coordinada. Esto también me sabe mal porque yo creo que es necesario el consenso, yo soy pro-consenso.

P. También ha habido algún desencuentro dentro del sector…

R. Yo siempre creo en la lealtad, pero eso no significa decir sí a todo. He tenido desencuentros con gente con la que también tengo buena relación, como cuando defiendo que no se tiene que obligar a los pacientes a desplazarse decenas de kilómetros para conseguir su medicación. Eso no es gestión. Como tampoco lo es la telefarmacia, eso es telebasura. Mandar un medicamento desde un hospital a la casa del paciente y luego llamarle, eso no es telefarmacia es telebasura. Telefarmacia es que me controle el hospital en colaboración con la farmacia comunitaria.

P. Hace unos años tuvo un acercamiento a la SEFH… ¿qué fue de eso?

R. Sí, y firmamos un convenio. La responsabilidad de no avanzar fue nuestra, de los farmacéuticos comunitarios. Se iba a implementar, pero no quiero hablar de eso porque hubo un veto. Que las cosas se hagan actualmente como se hacen es por culpa de la administración, de la farmacia hospitalaria, de los colegios, de las sociedades científicas… culpa de muchos. Pero tengo que decir que la SEFH estuvo de 10, primero con José Luis Poveda y luego con Miguel Angel Calleja. Nunca me mintieron ni engañaron. No fue culpa de ellos que lo que firmaron no se llevara a cabo.

P. Su forma de expresar las cosas, su forma de liderar, su vehemencia, es una característica que le define y que no deja a nadie indiferente. Despierta amores, pero también rechazo…

R. No puedes caer bien a todo el mundo. Todos tenemos virtudes y defectos. Pero yo soy así desde pequeño. Cuando tengo que defender una idea soy muy abierto y flexible para cambiar de opinión si hay argumentos. En lo que sí soy vehemente es a la hora de defender lo que creo. Si alguien me dice que no soy un profesional sanitario y que no soy asistencial y que la farmacia no es clínica le diré vehementemente que o es un ignorante que no conoce la farmacia comunitaria o tiene malicia y otros intereses para asegurar esto. Pero aparte de esto, en otras cosas hay que ceder y adaptarse. Nadie me puede decir que yo no he tendido la mano.

P. ¿Le parece mirar un poco hacia el futuro?

R. Claro, tú mandas.

P. Tengo entendido que en el congreso que ahora empieza se propondrá un cambio de nombre de la sociedad: Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria. Se incorpora ‘clínica’ tras unos años en que incorporaron ‘comunitaria’. ¿Cuál es el objetivo?

R. La clínica la hemos estado desarrollando a lo largo de los años y el cambio de nombre es por inercia. Hemos hecho mucho proyecto clínico, formación clínica. Por ello, la palabra tiene que estar ahí de forma natural. La clínica está con nosotros y cada vez nos reafirmamos más en que somos farmacéuticos clínicos. Para mí también es una satisfacción que haya colegios y hasta la empresarial que apuesten por la clínica.

P. ¿Cree que puede provocar crítica de otros estamentos profesionales que la farmacia quiera ser clínica?

R. Si lo critican será por desconocimiento. En reuniones con otras sociedades científicas se habla de la labor clínica de la farmacia. También los partidos políticos, que hay algunos que ya están convencidos de esa labor y otros ya se convencerán de esto. Sin nosotros el SNS se va a pique.

P. ¿Crees que será una realidad la vacunación en las farmacias?

R. Si pensamos en la salud de la población, sí o sí.

P. Pero eso es un deseo…

R. Llegará sí, como ha llegado a otros países. Hay que sentar al que hay que sentar. Y a un sindicato yo no lo recibiría para estos temas. El otro día venía en el AVE con un diputado nacional y hablamos de las vacunas. Yo le pregunté si se había vacunado de gripe el año pasado. Me dijo que no por los problemas de pedir hora. Le dije, si ahora estamos en mi farmacia y te convenzo para vacunarte y lo hago en el momento, ¿te vacunarías? Me dijo que sí. Lo que hay que hacerlo es bien. No hay que sustituir al centro de salud, los centros de salud siguen con sus pacientes. Pero hay mucha población que no va al centro de salud y más ahora. Yo este año mismo tengo lista de espera para comprar vacuna de la gripe. Y quiero recordar que hace años, en la mili, vacuné un montón de veces.

P. ¿No cree que tanto este tema como los test de la covid-19 parece una persecución contra el avance de actividades de la farmacia, en un momento en que, por ejemplo, cualquier empresa o equipo de fútbol hace test?

R. Yo tengo datos para rebatir a cualquiera los argumentos que diga. Yo no creo que todo el mundo tenga que ir a la farmacia a vacunarse. Igual que no creo que todos los medicamentos DH tengan que ser de dispensación compartida. Algunos medicamentos tendrán que ser, algunas veces en la farmacia y otras en el hospital, con seguimiento como clave. Creo que hay que pensar desde el punto de vista de lo que es rentable en salud y económicamente. Nosotros, durante la covid-19 hemos hecho atención farmacéutica domiciliaria y lo hemos registrado, hemos desarrollado un plan de formación de vacunación en farmacia, de test, de seguimiento farmacoterapéutico, etc.

P. La administración tampoco está moviendo ningún dedo para impulsar a la farmacia. En esta pandemia en muchos lugares casi ha ocurrido lo contrario.

R. Hace tiempo un político me dijo que muchas veces para que algo cambie tienes que hacer que tu problema sea el problema del político. Lo que está claro es que nosotros tenemos que ser profesionales y honestos. Cada administración, cada autonomía, hace lo suyo, hemos pasado del centralismo al cachondeo y hacer cosas diferentes a los demás para obtener visibilidad. Creo que tenemos que analizar también cómo lo hacemos los farmacéuticos, si hay un mensaje y una estrategia común, que creo que, en el fondo, es mejorables. Tenemos que analizarlo en la casa común, que son los colegios y el consejo y ser capaces de sumar los esfuerzos de todos que no están suficientemente explotados. Aparte de ello, en la administración hay gente que desconoce mucho a la farmacia. Hay buenas palabras, pero no veo grandes hechos.

P. Hablemos del congreso que empieza ahora. El lema es ‘Haciendo lo difícil, consigues lo imposible’. ¿Qué plantea?

R. Lo elegimos en una jornada de Sefac en Bilbao, la presidenta Sonia Saenz de Buruaga, me tradujo un mensaje que vi por allí ‘Ezina Ekinez Egina’

P. ¿Y qué es lo difícil que habéis hecho y lo imposible que queréis conseguir?

R. Ha habido muchas cosas imposibles. La primera que viví desarrollar actividades con unas cuentas deficitarias. Toda la gente quería dinero, pero no había y había que hacer eso sostenible. Otra cosa imposible, ha sido el crecimiento de Sefac sin dañar ni herir a nadie. Para mí era importante que se desarrollara nuestra sociedad sin afectar a entidades que ya estaban como los colegios profesionales o Pharmaceutical Care. Quería entrar, tener nuestro sitio, pero sin herir. También el desarrollo autonómico de Sefac, casi sin dinero, y teniendo que encontrar a las personas adecuadas. Muy difícil ha sido también liderar a los cerebros que hay en Sefac, gente con grandes currículos y conocimientos.

P. Volviendo al lema. ¿Farmacia clínica es lo difícil o es lo imposible?

R. Es lo difícil porque ya se está haciendo. No es imposible, pero hay que desarrollarla más.

P. ¿Si la clínica es lo difícil, entonces qué es lo imposible que quieren conseguir?

R. Que la administración se dé cuenta, que nos vea como un agente clínico y que algunos de nosotros también.

P. ¿Qué esperas del congreso que ahora empieza?

R. Estamos alucinados por la aceptación. Tenemos overbooking y nos hemos quedado sin material. Pero esto es bueno. Hemos batido el récord de Alicante: mucha más participación, van más de 2.750 inscritos y siguen llegando solicitudes, más mesas, más de 500 comunicaciones… Estoy muy contento porque, además, la gente viene a formarse en clínica. La gente se ha dado cuenta de que para hacer algo clínico y de prestigio hay que ir a Sefac

P. Para ir concluyendo… ¿a qué te vas a dedicar a partir de ahora?

R. Me gustaría dedicarme al baloncesto, pero la última vez que lo intenté me dejé el menisco. Por cierto, menuda sandez del Ministerio el querer retirar la financiación de los sysadoas, que a mí me lo ha recetado un experto número uno en lesiones deportivas de rodilla. No se puede decir que no funciona a ningún paciente….

P. Como no puede ser el baloncesto… ¿en qué te ocuparás?

R. Sí que necesito más deporte, también potenciar actividades sociales. Por ejemplo, en una misión de un amigo en Camerún y voy a colaborar con él tanto allí como aquí a través de Cáritas. También compartir más tiempo con la familia y estar más tiempo en la farmacia y aumentar la relación con los pacientes. En la parte profesional quiero acabar mi tesis, que va de un servicio profesional nuevo que he registrado y patentado para que solo lo puedan hacer los farmacéuticos. Espero leerla a mediados de diciembre. También desarrollar el proyecto de indicación farmacéutica que lo llevaré yo en Sefac. Por otro lado, me gusta el asesoramiento de proyectos de Atención Farmacéutica, que estoy colaborando en muchos proyectos en Sudamérica. Estos días empiezo uno en Bolivia con un plan de Atención Farmacéutica, donde voy a transmitir la filosofía Sefac.

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Frantzie Maurice Surpris
Frantzie Maurice Surpris
2 años

Buenas tardes.
Estoy muy a favor de pensar en la farmacia clinica, y algo que apunto después el desencadenante de la pandemia" la salud mental" a todo nivel y edad. Me gustaria ver al farmacéutico ser mas incluido en la mesa multidiciplinar en salud mental comunitaria ,creo que nuestro aporte seria muy importante en relación a adherencia , interacciones y los mecanismos de acción de los farmacos. Es una necesitad y lo puedo experimental actualmente cursando el máster salud mental comunitaria todo lo que podamos aportar en farmacalogia y mucho mas en abordaje.

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