Este fin de semana se celebraba en Madrid la reunión sobre las nuevas opciones terapéuticas en el abordaje de la diabetes a la que asistieron más de 70 especialistas. Este encuentro organizado por la Alianza Boehringer Ingelheim (BI) y Lilly en diabetes se centró principalmente en las nuevas opciones de tratamiento que se han incorporado al ámbito terapéutico de la diabetes, como los inhibidores de transportador sodio-glucosa (SGLT2).
“Es necesaria una intervención más rápida por parte del profesional en cuanto a la aplicación del tratamiento, para ganar tiempo en el control adecuado de la diabetes”, ha señalado Sonia Gaztambide, Jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Cruces en Vizcaya y una de las moderadoras de la reunión.
Gaztambide también quiso defender que “los inhibidores de SGLT2 aportan un mecanismo de actuación totalmente novedoso y único con respecto a los ya existentes para la diabetes tipo 2. Su principal ventaja es que pueden administrarse en cualquier fase de la enfermedad, mejorando el control y ayudando además a bajar de peso, aunque es preciso que sigan haciendo dieta, y a disminuir la presión arterial”.
Estos inhibidores orales actúan bloqueando la actividad de los cotransportadores de sodio-glucosa (SGLT2), consiguiendo así que los pacientes expulsen hasta 78 gramos de glucosa por la orina, evitando que vuelva al torrente sanguíneo.
Otra de las novedades es empagliflozina (Jardiance) que desde abril de 2015 también está disponible en España. Con una dosis única diaria para el tratamiento de la diabetes tipo 2 en el adulto, se consigue un control glucémico en caso de que la dieta y el ejercicio por sí solos no sean suficientes.
El número de afectados por diabetes ha aumentado y muchos de los pacientes no consiguen cumplir con los objetivos de glucosa en sangre y necesitan insulina. Por ello otro de los puntos fuertes del encuentro fue la presentación de resultados de la nueva insulina glargina de la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly en Diabetes.
“Las pautas de insulinización serán muy variadas en función de las características del paciente, pueden requerir hasta cuatro inyecciones al día, igual que en la diabetes tipo 1, o más simples y reducidas, es complicado prever qué paciente necesitará insulina en un futuro, pero la clave es llevar un control estricto de la enfermedad, aunque igualmente puede llegar el momento”, añade Gaztambide.
“Hay una mayor exigencia actualmente en el tratamiento de la diabetes, al que tienen que responder las insulinas que hay en la actualidad. Necesitamos ajustar mejor los perfiles de estos fármacos a las ingestas, actividad y estilo de vida de los pacientes, para lograr niveles de hemoglobina glicosilada más próximos a las que tiene un sujeto sin diabetes“, concluye la endocrina.
