María Antonia Mangues, directora del Servicio de Farmacia del Hospital Sant Pau de Barcelona aboga por un mayor interés del sector salud en la Real World Evidence (RWE). Incide en que es necesario conocer los resultados en salud que se consiguen en condiciones de práctica clínica real y que, para ello, el sector debe apostar por la observación y obtención de datos anónimos de un gran número de pacientes a través de la RWE.
“La incorporación de la RWE en el sector salud será el motor de una revolución interna en busca de una mayor calidad y eficiencia”, así expresa Mangues el reto que se presenta a la hora de fomentar la investigación de resultados en su artículo en “10 temas candentes para la farmacia hospitalaria” que edita la Sociedad Española de farmacia Hospitalaria (SEFH).
En la era de las nuevas tecnologías y las Big Data, Mangues cree que el sector salud va muy por detrás, mientras que en otros ámbitos la inversión en este tipo de innovación está retornando con modelos más eficaces y sostenibles. Además, el conocimiento de los datos de los pacientes les situaría en el centro de la toma de decisiones a través de la experiencia de resultados anteriores.
La mayor dificultad a la hora de implantar un modelo basado en la RWE, a la que se debería hacer frente, sería la posible divergencia entre proveedores, aseguradoras, gestores, profesionales y pacientes. Sin embargo, defiende que debemos mirar a los beneficios comunes, que supondrían “un buen conocimiento del valor real de los tratamientos basados en los resultados reales obtenidos y el coste que tienen asociado. Ofrecerá a los ‘pagadores’ la posibilidad de crear modelos de reembolso que ofrezcan más valor a los pacientes”.
Además, ante las posibles divergencias entre los actores que deben intervenir en este nuevo modelo, sitúa la mayor amenaza en la existencia de un sistema público que es insostenible. “El sector salud requiere de la gestión de un cambio trascendental para conseguir un sistema sanitario más eficiente y seguro y un paciente más informado y activo. El cambio merece la pena”.
Todo esto, para María Antonia Mangues, está al alcance de la mano de todos los agentes que intervienen en el modelo de salud y resultaría paradógico que el sector salud fuera el único que no quiere saber más de su paciente-cliente para una gestión más eficaz, y que con la RWE los datos objetivos llegarían en muy corto plazo.
Par lograrlo, será necesario una mayor inversión en este tipo de tecnología, la implicación de los profesionales, el trabajo coordinado de aseguradores, proveedores, profesionales y pacientes, y garantizar la confidencialidad de los datos de los pacientes.
“Queda mucho camino por recorrer pero en el horizonte se dibuja un mejor sistema de salud”, puntualiza Mangues al final del artículo.