La implantación de sistemas de calidad debe permitir ayudar a la farmacia a tener una buena organización, según se ha desprendido de la mesa redonda “Calidad. ¿Necesaria o imprescindible?”. Rosalía Gozalo, Vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del COF de Madrid, ha afirmado que “los farmacéuticos no pueden permitirse el lujo de seguir trabajando en organizaciones sin organización”. En su opinión, medir la calidad de las actividades de la farmacia contribuye a aumentar su credibilidad y mejorar su imagen.
Del mismo modo, para Pilar Riaza, gerente de Calidad del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, “los sistemas de calidad son totalmente necesarios para la oficina de farmacia, que no va poder sobrevivir en el futuro sin ellos”.
Estas opiniones son compartidas por Luis Enrique Carretero, auditor jefe de Sistemas Aenor de AENOR y auditor de la Fundación Europea para la Gestión de la Calidad, que considera que esta herramienta contribuye a dotar de efectividad a los procesos.
Entre las ventajas de contar con un sistema de calidad, se encuentra que permiten visualizar los flujos de trabajo, sistematizar las actividades y ayudara cumplir con los requisitos legales. Otros de los puntos positivos es que aumenta la implicación del personal de la farmacia, promueve la toma de decisiones y mejora la imagen de la oficina de farmacia. También hay que tener en cuenta, en su opinión, “la satisfacción del trabajo bien hecho”.
Entre los inconvenientes de un sistema de calidad, ha destacado que la redacción de los procedimientos y la elaboración de los registros requieren de tiempo, del mismo modo que los cambios en hábitos establecidos. Estos sistemas también implican costes indirectos, derivados de las mejoras a realizar. Por último, Carretero considera que debería valorarse más esta actividad.
Nicolas Gonzalez Casares: