Con la llegada del verano la actividad de las oficinas de farmacia se ve modificada por las vacaciones, así como la climatología. La demanda se traslada especialmente hacia las farmacias situadas en municipios turísticos, tanto playas como pueblos. En concreto, en las zonas costeras peninsulares y Baleares, se estima que las boticas pueden llegar a facturar entre el 30% y el 60% de su volumen anual, según datos del Grupo Cofares.
Por otro lado, en las capitales de provincias, como Madrid, la actividad comercial de las oficinas de farmacia “puede disminuir hasta en un 25%”, sin embargo, cada vez son menos las farmacias que cierran sus puertas durante el periodo estival.
El director general de Unidad Distribución y Relaciones con la Industria del Grupo Cofares, Bruno Domínguez, ha señalado que es una tendencia marcada desde que empezó la crisis para las farmacias en 2010, de las 22.000 oficinas de farmacia abiertas en España “solo cierra el 10% y lo hace durante un periodo inferior a 15 días de media”.
Respecto a las tendencias de consumo en las boticas, se encuentran ciertas diferencias en los productos más solicitados: “en los meses estivales, tenemos patologías que no se dan en otras épocas del año, pocas gripes son esperables y aumentan los casos de quemaduras en la piel, picaduras de insectos, contusiones, que tienen que ver, sobre todo, con la vida al aire libre”, apuntó el mismo experto del Grupo Cofares.
Desde Cofares se apunta que para que las oficinas de farmacia puedan dar respuesta a los cambios en la demanda, en cantidad y en tipo de productos, es fundamental el papel de la distribución farmacéutica. El Grupo Cofares, consciente de ello, adapta su actividad y adecúa su servicio a las necesidades y circunstancias de cada zona, para mantener la excelencia en el servicio a las farmacias y, por extensión, a toda la población.