El Colegio Oficial de Farmacéuticos (COF) de Santa Cruz de Tenerife ha informado de que más de 20 colegiados se han vacunado la sede de la entidad, mostrando así su apoyo a la Campaña de Vacunación Antigripal 2018-2019, organizada por la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, en estrecha colaboración con los profesionales de Enfermería pertenecientes al departamento de Gerencia de Atención Primaria.
El COF ha aprovechado para recordar que la gripe está considerada como una de las enfermedades infecciosas de transmisión respiratoria con mayor incidencia en Canarias, de ahí que el presidente de la institución colegial, Manuel Ángel Galván, haya insistido en la importancia de recurrir a las campañas de vacunación contra la gripe "especialmente en aquellas personas que tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones en caso de padecerla, como los mayores de 65 años de edad o aquellos que presentan enfermedades crónicas".
Galván también considera que esta medida también es recomendable "para aquellos grupos que, por su ocupación profesional, proporcionan servicios esenciales a la comunidad, tales como los trabajadores del sector sanitario, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, bomberos o Protección Civil".
Desde el COF informan que la campaña de vacunación contra la gripe se inició en Canarias el pasado 29 de octubre y se lleva a cabo en todos los centros de salud, con dos vacunas: una tetravalente dirigida a las personas menores de 65 años incluidas en los grupos de riesgo, y otra trivalente adyuvada, que va dirigida a los mayores de 65 años y población anciana institucionalizada y, por tanto, con un mayor riesgo de complicaciones asociadas.
Respuesta inmunitaria variable
Aclaran, a este respecto, que la respuesta inmunitaria protectora tras la vacunación es variable y, en conjunto, se sitúa en un intervalo comprendido entre el 70 y el 90% de las personas vacunadas. Además, se caracteriza por su inocuidad, bajo coste y accesibilidad.
"La prevención de la gripe a través de las campañas de vacunación de la población más susceptible constituye una importante medida de salud pública, ya que disminuye la incidencia de esta enfermedad y su duración, así como el impacto que pueda tener entre la ciudadanía. Se estima que la vacunación podría reducir entre un 75 y un 80% de las muertes que se producen como consecuencia de esta enfermedad que, en nuestro país, se sitúan en torno a los 2.000 fallecimientos anuales directos", concluyen.
