El té verde o camilina se enmarca dentro de las plantas medicinales estimuladora del metabolismo lipídico o también llamadas termogénico, es decir, que favorecen la combustión de la grasa acumulada.
Según la farmacopea europea, la parte que se utiliza del té verde son las hojas jóvenes no fermentadas de camelia sinensis. Las hojas del té verde, tras la recolección, son estabilizadas mediante vapor de agua a presión evitando la oxidación enzimática, debiendo presentar un contenido mínimo de un 1,5 % de cafeína y un 8% de catequinas.
El efecto termogénico del té verde se explica por la acción conjunta de la cafeína y las catequinas prolongando la vida de la noradrenalina, una sustancia imprescindible para que se queme la grasa en los adipocitos, células encargadas de acumular la grasa.
La Agencia europea del Medicamento (EMA) aprueba el uso tradicional de la hoja d té verde para el alivio de la fatiga y la sensación de debilidad. También se emplea especialmente el té verde rico en catequinas como coadyuvante en el tratamiento del sobrepeso.
La posología recomendada por la EMA para la hoja de té verde es la siguiente: si es en infusión entre 1,8 y 2,2 gramos de hoja en 100 o 150 ml de agua y de 3 a 5 veces al día, si es en polvo 390 miligramos 3 veces al día, se podría llegar hasta 5 veces al día, si fuerA necesario.
Los efectos adversos de la cafeína son en general leves y transitorios. Pueden producir insomnio y nerviosismo, aunque las reacciones individuales pueden ser muy diferentes. Conviene destacar, también, que debe usarse con precaución en pacientes con úlcera gastroduodenal, hipertensión, arritmia e hipertiroidismo.
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