Terapéutica

Idorsia lanza la primera innovación en 20 años para insomnio crónico, a la espera de la financiación del SNS

El insomnio crónico cuenta ya con una nueva alternativa terapéutica que no produce adicción ni otros efectos adversos de los tratamientos habituales.
Verónica de Miguel, Manuel Ortega y Carlos Egea.

Idorsia ha anunciado la comercialización de Quviviq (daridorexant), el primer fármaco indicado para el insomnio crónico en adultos, que mejora la funcionalidad diurna sin generar dependencia. Este medicamento presenta un novedoso mecanismo de acción que permite modificar la fisiopatología del sueño y restaurar el ciclo sueño-vigilia, reduciendo la hipervigilancia durante la noche y mejorando la funcionalidad diurna, sin generar signos de dependencia, tolerancia o insomnio de rebote. Gracias a estas características, daridorexant viene a suponer una alternativa al uso de benzodiazepinas y otros ansiolíticos utilizados de forma habitual en el manejo del insomnio.

Pese a la importante carga en términos de calidad de vida, así como en productividad e incluso en materia de accidentes que pueden estar vinculados a un déficit de sueño, el medicamento no ha sido, de momento, financiado por el Sistema Nacional de Salud. Tal y como ha explicado el director general de la compañía, Manuel Ortega, este medicamento, que precisa receta médica, se comercializará de momento en el canal privado tras acordarlo así con el Ministerio de Sanidad, mientras se analizan vías para avanzar en su financiación pública.

El insomnio crónico es un problema de salud pública que afecta a un alto número de personas en nuestro país y para el que, hasta ahora, no existía una alternativa terapéutica adecuada. Tal y como reflejó la Agencia Europea del Medicamento (EMA) en la aprobación de daridorexant, representa un hito en el manejo clínico del insomnio crónico, al cubrir un vacío terapéutico en los pacientes adultos que necesitan tratamiento para mejorar no solo el inicio, mantenimiento y calidad del sueño, sino también su funcionalidad diurna, sin generar problemas de dependencia. Daridorexant es el único y primer fármaco innovador autorizado en Europa por las agencias reguladoras en más de dos décadas con la indicación de insomnio crónico y compatible con el uso a largo plazo, y ya está comercializándose en EEUU, Alemania, Italia y Suiza.

Para Carlos Egea, presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (Fesmes) y jefe de Servicio de Neumología y de la Unidad Funcional de Sueño de la OSI Araba, el insomnio no se ha abordado tal y como merece a lo largo de la historia y ha sido visto como un síntoma relacionado con otro trastorno. Pero en realidad, según él, es una enfermedad en sí misma, ya que afecta a "una necesidad biológica imprescindible para restablecer las funciones físicas y psicológicas básicas en el desarrollo del día a día".

Además, Egea ha explicado las consecuencias del insomnio crónico, que tiene "repercusiones en calidad de vida y en esperanza de vida futura", así como en la productividad de quienes lo sufren, que puede llegar a alcanzar un impacto próximo al 0,82% del producto interior bruto (PIB).

Por su parte, la directora médico de Idorsia, Verónica de Miguel, planteó los beneficios que daridorexant plantea frente a los medicamentos utilizados actualmente en materia de posibles adicciones, somnolencia matutina o tolerancia a largo plazo. Por ello, consideró que este medicamento, que actúa mediante el bloqueo de la activación de los receptores de las orexinas, se podría considerar "el fármaco ideal", ya que actúa rápido, mantiene su efecto durante toda la noche, no ejerce su efecto al día siguiente ya que se ha eliminado y no genera dependencia.

El insomnio crónico en datos

Dormir es una necesidad fisiológica tan fundamental como respirar o comer para poder tener un buen estado de salud físico y mental. Nos pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo. Los pacientes que viven con insomnio crónico se enfrentan a esta enfermedad las 24 horas del día y llevan padeciéndolo durante al menos 3 meses. A la dificultad de conciliar o mantener el sueño, se suma un impacto negativo considerable en su funcionalidad diurna. Esta alteración de los ciclos de sueño-vigilia producida por el estado de hiperactivación cerebral no permite que el paciente tenga la cantidad y calidad de sueño que precisa, y esto afecta de forma considerable a su día después, tanto en el plano emocional-afectivo (aumento de irritabilidad, nivel de agresividad y tolerancia), en el plano social (dificultades para relacionarse, conductas desajustadas), en el rendimiento cognitivo (problemas de atención y memoria, dificultades para resolución de problemas), en la salud, produciendo comorbilidades como ansiedad, depresión, diabetes, obesidad, diversos trastornos cardiovasculares, respiratorios, gastrointestinales, urinarios y neurológicos a largo plazo. El plano funcional del paciente también se ve afectado mermando la capacidad cognitiva, la concentración, capacidad productiva, la capacidad de reflejo, resolución de problemas y el nivel de energía.

En España, un 14% de la población sufre insomnio crónico y uno de cada dos españoles no logra un sueño reparador. El insomnio crónico provoca una pérdida de productividad laboral con un impacto del 0,82% en el PIB.

Según encuestas recientes, las personas que sufren de insomnio crónico plantean que les afecta tanto a su salud mental, incrementando el estrés, como a las relaciones sociales, llegando a afectar a su relación de pareja o a la paternidad. Igualmente, se describe un impacto sobre el desempeño laboral, así como incrementa el riesgo de sufrir accidentes laborales o de conducción.

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