El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ha indicado este lunes que, “de momento, no hay ningún motivo de alarma” por la de evaluación de seguridad de los principios activos análogos de GLP-1, liraglutida y semaglutida, iniciada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) tras un posible incremento del riesgo de pensamientos suicidas y autolesivos en pacientes en tratamiento con estas sustancias.
La EMA publicó el día 11 de julio de 2023 una nota informativa en la que se comunicaba el inicio, por parte de su Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia (PRAC), de un proceso de evaluación de seguridad de dichos principios activos análogos de GLP-1, que ya había abierta la Agencia del Medicamento de Islandia tras ese posible aumento de pensamientos suicidas y autolesivos en pacientes en tratamiento con estas sustancias.
Según explica el CGCOF en su nota, “todos los medicamentos autorizados en la Unión Europea están sujetos a un proceso continuado de Farmacovigilancia a lo largo de toda su vida útil, con el objetivo de garantizar que la relación entre los beneficios esperados y los posibles riesgos es siempre favorable”.
En el caso de los fármacos análogos de GLP-1 indica que “son relativamente nuevos” y tienen un uso extendido en más de 20 millones de personas en el mundo y con una amplia aceptación por sus usuarios. Igualmente el Consejo explica que las adversas más frecuentes destacan trastornos gastrointestinales como náuseas y diarrea y problemas de hipoglucemia cuando se utilizan asociados a otros fármacos hipoglucemiantes y no constan aún causa descritas sobre reacciones adversas relativas al estado de ánimo.
En ese sentido considera que “de momento, no hay ningún motivo de alarma por el empleo de esta sustancia, y el proceso iniciado entra dentro de la normalidad de los procesos de vigilancia de la seguridad de los medicamentos”. Igualmente recuerda que una vez finalice el proceso de evaluación que ha iniciado la EMA, y en caso de que se pudiera establecer una posible relación de causalidad con este fármaco, “las autoridades sanitarias europeas y nacionales establecerán las medidas que consideren oportunas para garantizar que el uso de análogos de GLP-1 siga siendo seguro”.
Los análogos de GLP-1 son fármacos que debido a su similitud con la hormona glucagón, secretada de forma natural por el cuerpo humano, tienen la capacidad de unirse con estos receptores presentes en diversos órganos del cuerpo como son el páncreas, el cerebro y el corazón entre otros órganos.
Entre las principales actividades farmacológicas de estos fármacos destacan su capacidad para regular las concentraciones de glucosa en sangre tanto en ayunas como después de las comidas, disminuir la secreción de glucagón, retrasar el vaciamiento gástrico tras las comidas, así como reducir el apetito y la ansiedad por comer.
Por ello, estos fármacos son utilizados en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, tanto solos como en combinación con otros fármacos hipoglucemiantes. Otra de las indicaciones añadidas recientemente a algunos de estos fármacos, es el tratamiento de la obesidad o sobrepeso en pacientes con factores de riesgo como alteraciones de glucemia (prediabetes o diabetes tipo 2), hipertensión, dislipemia o apnea del sueño.