El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha explicado en el Congreso de los Diputados que los test defectuosos que el Ejecutivo adquirió para realizar las detecciones del Covid-19 y que no pasaron la homologación al no tener la suficiente sensibilidad tienen el marcado CE.
No solo eso, Illa ha explicado que la compra no se realizó directamente al fabricante Chino que no cuenta con la licencia del país, sino que se hizo a través de un distribuidor nacional del cual no ha desvelado su nombre.
“La primera partida, que ha llegado mal, se compró a un distribuidor nacional y tenía la marca CE. ¿Ya no vale la marca CE? Verificamos el fabricante, y el proveedor era de confianza”, ha explicado el ministro.
Illa ha dejado claro que en primer lugar quisieron homologar el test y “efectivamente no ha dado las especificaciones que venían”. A este respecto, ha dejado claro que “no compramos producto que no cumpla con las especificaciones de la Agencia Española de Medicamentos”.
Más allá de esta polémica, el ministro ha asegurado que actualmente “se están haciendo entre 15.000-20.000 tests al día”. Ha reconocido que “no son suficientes” y que habría que llegar a los 50.000 al día pero para ello, “tendríamos que tener los test”.