Terapéutica

Los pacientes crónicos reclaman la atención perdida y seguir recibiendo la medicación en casa

La Plataforma de Organizaciones de Pacientes ha presentado el Estudio del Impacto de la Covid-19 en personas con enfermedad crónica, que incluye una serie de propuestas entre las que está el mantenimiento de la entrega a domicilio de su medicación.
Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP).

La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) ha hecho públicos los resultados del Estudio del impacto de la Covid-19 en las personas con enfermedad crónica, que mostraría que el 69% de los pacientes crónicos sufrió la cancelación de las consultas que tenía programadas antes de la crisis de la Covid-19. El estudio concluye con un decálogo de propuestas, entre las que destaca la continuidad de la entrega de la medicación a domicilio.

La presidenta de la POP, Carina Escobar, se ha mostrado convencida de que "parte del empeoramiento que han sufrido las personas con enfermedades crónicas ha sido provocado por la paralización de la asistencia sanitaria, la falta de adherencia por falta de información, la ausencia de terapias de rehabilitación y el propio miedo a salir a la calle". "Todo esto ha debilitado a la sociedad en general, pero a las personas frágiles aún más", ha asegurado.

Escobar apuntó además que esta incapacidad del sistema para mantener la atención a las personas con una patología previa va a conllevar una importante "sobrecarga en los próximos meses", además, prosiguió, "del impacto que tendrá en la salud de las personas por el retraso en los diagnósticos, los ajustes en la medicación, etc.”

María Gálvez, directora de la entidad, destacó que, además de la cancelación de consultas, pruebas e intervenciones, el 41,4% de las personas encuestadas sufrió la suspensión o aplazamiento de su rehabilitación, con las consiguientes consecuencias en su estado de salud.

También que el 80% de las personas que participaron en el estudio se encontró con dificultades para poder conseguir la medicación durante el estado de alarma, por diferentes motivos. "Sólo uno de cada tres participantes pudo comunicarse con el profesional sanitario de manera telemática (teléfono, correo electrónico, etc.) y el miedo al contagio en los hospitales y centros de salud llevó al 22% de los pacientes a intentar aguantar todo lo que pudo para no acudir a los centros sanitarios", ha asegurado la directora de la POP.

El informe incluye además una perspectiva de género, y recoge que tres de cada cuatro mujeres indican que su salud ha empeorado debido a la situación vivida, frente a uno de cada cinco hombres. "Debemos tener en cuenta que tres de cuatro de los pacientes que han vivido la pandemia en soledad son mujeres, lo que también tiene un gran impacto en su salud", apuntó Gálvez.

La directora de la plataforma, ha continuado haciendo hincapié en la falta de información destinada a los pacientes crónicos “solo uno de cada tres participantes en el estudio recibió información específica sobre las medidas de prevención que debería adoptar concretamente para su enfermedad o síntomas crónicos, algo que desde la POP venimos demandando desde el inicio de la crisis". Además, el 34,1% de los pacientes encuestados afirma que la situación le ha provocado un cambio negativo en su situación laboral, y de los que siguieron activos laboralmente, el 36,4% se habría visto obligado a seguir acudiendo a su puesto de trabajo, pese a ser población de riesgo, "y tres de cada cuatro eran mujeres", ha señalado Gálvez.

Otros resultados tienen que ver con las posibles secuelas emocionales del confinamiento, la incertidumbre y la situación que viven las personas con enfermedad, lo que ha generado que el 40,6% de los pacientes consultados sintiera la necesidad de tener acompañamiento psicológico durante el estado de alarma, aunque solo el 3,4% lo habría recibido. Además, concluye la directora de la POP, "las cuidadoras informales que ya hacían una gran labor no han tenido medios para protegerse, ni test y algunas convivían con la Covid-19".

Decálogo de propuestas

A partir de este diagnóstico proporcionado por los propios pacientes, la POP ha realizado una serie de propuestas, que empiezan por "la construcción de un sistema proactivo, capaz de segmentar a los más vulnerables teniendo en cuenta los factores de riesgo y priorizar a las personas que más lo necesitan; potenciar la comunicación entre las organizaciones de pacientes, la administración y el resto de agentes sanitarios y garantizar los tratamientos a los pacientes evitando que, por falta de información, caducidad de la receta, etc., haya problemas de adherencia". En este sentido, la POP considera que "la dispensación a domicilio ha resultado muy beneficiosa para muchos pacientes" y optan por "establecer criterios que nos permitan poder seguir manteniendo este servicio".

Junto a estas medidas, llaman a "potenciar y dotar un modelo de atención primaria y comunitaria que dé respuesta a las necesidades complejas de las personas con enfermedades crónicas, desde la cercanía de lo local y el compromiso de la comunidad, poniendo en marcha redes de apoyo vecinales trabajando de manera coordinada con Atención Primaria; potenciar la tele consulta sin que ésta suponga la eliminación de la consulta presencial; "regular e impulsar el teletrabajo para las personas con enfermedad crónica; potenciar la atención a la salud mental; concretar programas de apoyo al cuidador; garantizar las medidas de protección, tanto a sanitarios, como a pacientes, y lanzar campañas de concienciación apelando a la solidaridad sobre cómo podemos proteger nuestra salud a la vez que protegemos las de los demás".

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