La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) indica en la tercera fase del informe ‘Estudio del Impacto de la covid-19 en las personas con enfermedad crónica’ la “insatisfacción” mayoritaria con la atención sanitaria recibida durante este año.
Igualmente, según los datos del informe 42,8% de los pacientes crónicos manifiestan haber experimentado un empeoramiento de su salud o la aparición de síntomas nuevos desde el inicio de la pandemia y, ante esta situación, solo el 6,7% aseguran haber sido atendidos en el momento que lo han necesitado. La POP manifiesta que, “de hecho, la media se sitúa en 48 días desde que comunicaron la necesidad de una revisión por el empeoramiento hasta que recibieron atención”.
Además, al 64% le programaron una prueba diagnóstica que tardó, de media, dos meses en llegar y el 43,3% recibió un nuevo diagnóstico pasados 117 días, de media, desde el inicio de empeoramiento.
Así lo ha dado a conocer la directora general de esta entidad, María Gálvez, durante la presentación del estudio, cuyo es identificar y dimensionar el impacto del covid-19 en las personas con enfermedades crónicas en España. Actualmente, ya se han presentado los resultados de las dos primeras fases, que “ponían de manifiesto la complicada situación que habían atravesado los pacientes con motivo de los retrasos y cancelaciones de consultas y terapias”.
En esta tercera fase, la POP, “corrobra nuevamente esta situación mostrando que el 57,1% de las personas encuestadas, en general, está muy insatisfecha con la atención sanitaria recibida durante 2021, una cifra que aumenta en tres puntos con respecto a la segunda fase del estudio presentada en enero de este mismo año”.
En este sentido, en una escala de 1 a 100 los pacientes crónicos valoran su estado general de salud con una media de 57,12 puntos. Además, el 75% de ellos aseguran presentar cierto grado de ansiedad y depresión tras la pandemia.
Gálvez, ha calificado algunos datos del estudio como “muy preocupantes” para el colectivo de pacientes crónicos como, por ejemplo, que el 50,6% de las personas encuestadas manifiestan diferentes problemáticas y situaciones para poder conseguir el tratamiento comunitario durante el año actual y que, además, solo el 31,5% de los pacientes ha podido continuar con sus tratamientos en los centros ambulatorios y hospitalarios con normalidad, una cifra que empeora aún más con respecto a la segunda fase del estudio cuando se situaba en 53,3%.
Con respecto a la adherencia terapéutica manifestada por el paciente, según Gálvez, se observa “una evolución negativa a lo largo de las distintas fases de estudio”, incrementado la proporción de pacientes que indica que a veces olvida tomar la medicación (24,4% vs 34,0%) o que ha decidido no tomarla (0,9% vs 24,8%).
En el estudio también se ha analizado la recuperación asistencial y se ha observado que solo el 14,7% de los pacientes han tenido una consulta presencial en los últimos dos meses, un dato que denota la dificultad de la atención en este sentido.
En la presentación del estudio han participado también del tesorero del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, Enrique Guilabert; el secretario general del Consejo General de Enfermería, Diego Ayuso y el director de servicios técnicos del Consejo General de Farmacéuticos de España, Antonio Blanes; además de la presidenta de la POP.
Escobar, ha asegurado que los datos del estudio muestran que existe un “grave” problema de continuidad asistencial que el SNS no ha sabido solucionar en un año y medio de pandemia. Además, ha subrayado que se necesita “con urgencia” una respuesta conjunta de todos los agentes implicados en la prevención y atención de la cronicidad para abordar esta situación y tomar medidas para frenar y revertir la desprotección de los pacientes, que siguen viendo como su salud empeora en esta quinta ola de contagios.
Además, entre las medidas, está apostar por “la co-gobernanza en el SNS para que se tenga en cuenta la participación de las organizaciones de pacientes; retomar y agilizar la atención sanitaria a las personas con enfermedad crónica o a la espera de un diagnóstico; y garantizar el acceso a los tratamientos, eliminando las trabas administrativas (caducidad de la receta, visados, etc ) y dotando de los recursos necesarios al sistema, teniendo en cuenta las limitaciones de movilidad y el contexto social de las personas con enfermedad crónica”.
El tesorero del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, Enrique Guilabert, ha comentado que para dar soluciones a los problemas de los pacientes crónicos hay que organizar circuitos “bien diferenciados” y ha apostado por la presencialidad en las consultas porque los médicos deben “sentir, escuchar y estar cerca” de los pacientes para asegurar una atención “de calidad”, al tiempo que ha destacado la importancia de la corresponsabilidad de los propios pacientes, que deben formar parte activa del sistema sanitario.
Por su parte, el secretario general del Consejo General de Enfermería, Diego Ayuso, ha pedido inversión en atención primaria para poder atender las necesidades urgentes de los pacientes, ya que, en su opinión, “España es uno de los países de la Unión Europea que menos recursos económicos destina en este sentido y ha reivindicado la necesidad de aumentar las ratios de enfermeras para que puedan atender no solo casos covid-19, o vacunación, sino a los pacientes crónicos”.
De la misma manera, el director de servicios técnicos del Consejo General de Farmacéuticos de España, Antonio Blanes, ha manifestado que desde su área “sería necesario apostar y afianzar la atención farmacéutica domiciliaria, así como la dispensación de medicamentos hospitalarios en la farmacia comunitaria con el objetivo de dar una mayor calidad y agilidad a la atención de las personas con enfermedades crónicas”.
Por último, todos los expertos han hecho un llamamiento al ministerio de Sanidad y a las diferentes CCAA para que tengan en cuenta los datos de este estudio, así como las opiniones de los pacientes y de los profesionales sanitarios porque sus necesidades y su manera de trabajar han cambiado a raíz de la pandemia y porque consideran que es una “necesidad real y urgente” cambiar el modelo asistencial para no dejar atrás a ningún paciente.