La situación producida por la pandemia de la covid-19 ha generado que los profesionales sanitarios a todos los niveles se hayan adaptado a esta nueva situación. La pregunta principal es si los cambios que se han venido produciendo en la Farmacia Hospitalaria persistirán en el tiempo. La reorganización de los servicios en unidades funcionales con equipos multidisciplinares, cuáles son los cambios estructurales que los farmacéuticos consideran más importantes y las barreras contra las que enfrentan han sido, entre otras, las cuestiones clave que se han abordado en la segunda sesión del III Encuentro de Expertos en gestión sanitaria y economía de la salud, impartido por la Universitat Pompeu Fabra (UPF) Barcelona School Of Management.
Este encuentro virtual, bajo el título ‘Servicios de Farmacia Hospitalaria: Necesidad de cambios estructurales o simples adaptaciones coyunturales’ ha contado con la participación de la presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Olga Delgado, el jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Fuenlabrada, Mario García Gil y el jefe de Servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Elche, Andrés Navarro, ha analizado los cambios a establecer en los servicios de farmacia hospitalaria y en los propios farmacéuticos de cara a un futuro poscovid.
Los expertos han abordado todas estas cuestiones y, además de exponer la situación actual y las barreras que hay que superar, han aportado soluciones para crecer como profesionales y lograr que estos cambios que se han realizado de manera forzada por la situación coyuntural, se implanten de forma definitiva y permitan avanzar en la especialización de los profesionales de farmacia hospitalaria.
La jornada, que ha contado con la colaboraciónd e Almirall, fue presentada por Jaume Puig-Junoy, economista de la salud y profesor del Departamento de Economía y Empresa de la UPF y director del encuentro y fue moderada por Jose María López Alemany, director de Diariofarma.
Cambios significativos en farmacia hospitalaria
Una de las cuestiones clave abordadas en el encuentro fue determinar qué cambios han sido más significativos en la farmacia hospitalaria durante esta pandemia. Y en este sentido, la presidenta de la SEFH apuntó que lo más sencillo, sería decir que “la atención no presencial”. No obstante, matizó que “el mundo virtual y telemático no solo se ha incorporado con los pacientes, también a la gestión, y se incorporará a las relaciones con la industria farmacéutica, al teletrabajo y a los datos de seguridad respecto al paciente”. De esta forma, Delgado aseguró que la comunicación en todos los campos será “de otra manera” con especial relevancia de la vía telemática.
Por su parte, García Gil recalcó “que la digitalización ha posibilitado rentabilizar el valor de los farmacéuticos de hospital”. Además, señaló que esta herramienta ha sido “clave y una palanca brutal para nuestra profesión”. De esta forma, García Gil dejó claro que la digitalización va a ayudar a estar más conectados y a interactuar, no solo a nivel asistencial dentro de los centros, sino que posibilitará la participación en proyectos colaborativos que “vendrán muy bien, para desarrollarnos tanto como profesionales como para atender a los pacientes”, aseveró.
Por otro lado, aseguró que la gestión de la pandemia ha permitido que el farmacéutico pudiera estar en los grupos de influencia de los hospitales y además ha posibilitado que alternativas como la farmacotecnia se pusieran en valor.
Coincidiendo con sus compañeros de mesa, desde el punto de vista de Navarro la covid-19 ha sido un revulsivo para muchas actividades. Y ello, según él, tiene sus cosas buenas y malas, y en este sentido destacó que “les ha dado visibilidad en momentos críticos” dentro de los equipos asistenciales. En sintonía con Delgado, y en relación con la presencia telemática, aseguró que efectivamente las relaciones interpersonales, interhospitalarias y con los pacientes se facilitan y son una realidad. Este experto fue más allá, y matizó que “no solamente con el paciente externo, sino también debe incluirse al paciente interno”.
Navarro señaló que “esta situación abre otras vías de comunicación dentro del hospital”, aunque no pudo precisar cómo estructurarlo a nivel corporativo, pero, según él, debe tenerse en cuenta que “el paciente se ha acostumbrado a que esto sea una realidad”, y por ello “es una oportunidad para crecer” para los farmacéuticos.
En este contexto de cambios y para conocer las principales y más relevantes adaptaciones que se han realizado en estos tiempos, la intervención de García Gil, fue esencial. Este farmacéutico destacó el trabajo de la farmacia hospitalaria en la evaluación, selección y protocolización, y aseguró que estas han sido las herramientas clave. Además, el jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Fuenlabrada resaltó que con la pandemia se han visto en la necesidad de integrar a los farmacéuticos con el resto de profesionales para realizar los protocolos, y los propios responsables del hospital: “han reconocido el rol que tienen los farmacéuticos y su visión de 360 grados, ya que el farmacéutico de hospital se relaciona con todos los departamentos”, destacó.
La posición respecto a la necesidad de que los farmacéuticos de hospital se integren en las unidades funcionales fue respaldada de forma unánime por los ponentes de este encuentro. A este respecto, Delgado indicó que la principal evolución es “cuantitativa no cualitativa” y lo que hace falta “es integrarnos más en los equipos clínicos, en las unidades funcionales”. Y añadió que, al día de hoy, “hay un trabajo muy sólido hecho en algunos campos, pero hay que ver qué se hace en cada sitio y en cada especialidad. Para Delgado es esencial dejar claro que “se tiene que crecer como especialidad, desde el punto de vista cuantitativo”. Y, es fundamental y necesario “extenderlo, homogenizarlo y sistematizarlo”.
Es necesaria una especialización más allá de la farmacia hospitalaria
Por ello, Delgado insistió en que “toca un crecimiento cuantitativo de la especialidad, ya se ha demostrado y nadie duda de qué papel puede tener el farmacéutico en un equipo, nadie lo cuestiona, y realmente lo que hay que hacer es extenderlo a todas las unidades en las que se utilice medicamentos”.
Delgado aseguró que, desde su punto de vista, el futuro de la profesión, en un 60 por ciento, está en la integración en los equipos: “Lo tengo clarísimo”, enfatizó. Para lograrlo, según la presidenta de la SEFH se necesita “una especialización más allá de la farmacia hospitalaria, poner un apellido a esta farmacia que hacemos desde el punto de vista terapéutico. Es una necesidad imperiosa y avanzamos en ese sentido”, concluyó.
Las ventajas de esta nueva forma de trabajar fueron resaltadas por Navarro quien quiso dejar claro que “la ventaja es para el paciente”. Según indicó, es necesario tener en cuenta que la medicación cada vez es más compleja a todos los niveles, y en este sentido, los farmacéuticos de hospital “aportan mucho valor”.
Además, Navarro también insistió en que de cara al futuro es necesario incrementar el tiempo disponible del farmacéutico, dejando de realizar acciones delegables para insistir en las funciones de valor que le son propias. “Al final lo que estamos buscando es tiempo y organización”, señaló. Y, a este respecto, consideró que hace falta más técnicos que tengan la capacidad de hacer “algo muy concreto”, de esta forma los farmacéuticos de hospital podrán desarrollar otras funciones y organizarse en unidades funcionales para una mejor atención al paciente.
Las ‘neuronas no sanitarias’ clave del futuro
Los ponentes abordaron los aspectos en los que se debe avanzar para incorporar la tecnología en el ámbito de la logística y la gestión del medicamento. En este sentido, García Gil señaló que “en la parte logística la tecnología es una herramienta imprescindible”. Para este farmacéutico con la implantación de la tecnología los farmacéuticos tendrán “un gran valor”, ya que les ayudará a precisar donde el farmacéutico tiene que revisar y en qué perfiles de pacientes hay que poner más el foco”.
En este sentido, el farmacéutico del Hospital de Fuenlabrada hizo referencia a las “neuronas no sanitarias” ya que se podrán realizar preguntas a los propios sistemas de información y se logrará un mejor seguimiento al paciente. Por ello, García Gil recalcó que es esencial, pero “no una automatización pura y dura”, sino con profesionales que ayuden a implantar esta tecnología.
Por su parte, Delgado reforzó en su intervención lo expuesto por García Gil, y, matizó que para el seguimiento de pacientes, la evolución de resultados y el acompañamiento es imprescindible incorporar las tecnologías en nuestros trabajo. Al igual que Navarro destacó la necesidad de los técnicos. Para la presidenta de la SEFH la ‘neurona no sanitaria’ es “imprescindible en los hospitales si queremos tener resultados”.
En este sentido, Delgado explicó que “hay más datos que capacidad de análisis”, por ello hace falta invertir en analistas ya que “los registros manuales no son la solución”. Además, apuntó que si el registro tiene que venir de alguien, no tiene que ser de un profesional sanitario, sino en todo caso de los pacientes mediante los sistemas de reporte de resultados de pacientes. “Es necesario incorporar los registros de los pacientes en los resultados”, y para ello necesitamos darles herramientas para que los sistemas analicen e indiquen cuál es el paciente al que necesitamos tratar y cuándo se debe actuar.
Además, Delgado también quiso dejar claro que una prioridad futura es dar respuesta al paciente no cuando nuestra agenda esté libre sino cuando lo necesita, aseguró.
Barreras a las que los farmacéuticos deberán enfrentarse.
Por último, los ponentes desgranaron algunas de las barreras a las que se enfrentará el farmacéutico para el desarrollo de la farmacia hospitalaria. Delgado resaltó que la política de contratación y las estructuras muy rígidas a las que se enfrentan no favorecen nada para avanzar.
Asimismo, esta experta hizo hincapié en la barrera presupuestaria. Para la presidenta de la SEFH es fundamental “empezar a competir de forma directa con otras especialidades, y ser una especialidad muy transversal que enraice en todos los servicios, es necesario buscar esta raíz y es algo que tenemos que hacer de forma muy seria y sólida'', aseguró.
Por su parte, Navarro enumeró multitud de barreras a las que se enfrentan los farmacéuticos, desde las burocráticas hasta el miedo al intrusismo, pasando por las presupuestarias, el conformismo y las propias de los profesionales. No obstante, lo esencial para este farmacéutico es “cuando empezamos a vencerlas”. Y en este contexto, Navarro apuntó soluciones para la contratación a través de las fundaciones. En este sentido, Navarro explicó que estas instituciones tienen cierta flexibilidad en la contratación de profesionales, y aunque no se contratara a los farmacéuticos de forma permanente, si se podría realizar para determinados proyectos.
Para Garcia Gil la principal barrera que se tiene que romper “son las paredes de la farmacia”. “La capacitación la tenemos, la capacidad de juicio crítico a la hora de tomar decisiones, también”. Además, García Gil hizo referencia a las barreras en la contratación y presupuestarias.
Visión a cinco años
Para finalizar el debate los expertos abordaron su visión respecto a la posibilidad de si en los próximos cinco años será posible introducir todos estos cambios y se podrá ofrecer un mejor servicio a los pacientes. La presidenta de la SEFH fue rotunda al exponer que “estos cambios hay que llevarlos a cabo y es nuestra responsabilidad hacerlo ver a aquel del que depende que se realice”. Delgado, se mostró convencida de que lo conseguirán “vamos en este camino”.
Por su parte, García Gil también mostró su optimismo y señaló que “cree que va a suceder”. Para este farmacéutico ya hay referentes profesionales y los farmacéuticos “están presentes, esto ya es una realidad”. Tal y como dijo, “la covid ha catalizado todo este proceso y nos hemos hecho más visible para los pacientes, aunque quizás debemos priorizar donde tenemos que empezar”.
Navarro, en la misma línea que García Gil, recalcó que “se tiene la capacitación, cada vez más la presencia y si se consigue liberal tiempo con otros profesionales, reestructurando procesos y con la automatización seguro que se conseguirá”.
Esta misma cuestión se sometió a los asistentes como público a través de una herramienta de voto online tanto al inicio del debate como al finalizar. Las posturas no se movieron entre ambas votaciones y el resultado fue pesimista. Solo un tercio de los participantes consideran que en cinco años se habrá avanzado en la reorganización de la asistencia sanitaria en forma de unidades funcionales con equipos multidisciplinares, pese a que una abrumadora mayoría expresó su deseo de que así fuera.
Otra de las cuestiones planteadas al público fue si los cambios puestos en marcha con la covid-19 persistirán una vez que la pandemia haya pasado. Casi el 70% consideraron que sí se mantendrán la mayoría de ellos.