La Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (Fefac) ha recogido la valoración de la actuación sanitaria de los farmacéuticos durante la crisis de la covid-19 a través de la ‘Encuesta sobre la experiencia y el papel sanitario de la farmacia durante la crisis de la covid-19’ y del estudio cualitativo ‘Experiencias, aprendizajes y conclusiones sobre el papel de la oficina de farmacia durante la crisis sanitaria de la covid-19’.
La encuesta recoge la opinión de 89 farmacéuticos y farmacéuticas, mientras que el estudio cualitativo completa esta valoración a través de las entrevistas realizadas a 30 titulares de farmacia de las cuatro demarcaciones catalanas durante la pandemia, con el objetivo de analizar la atención prestada y el papel desempeñado por las farmacias y sus profesionales.
A pesar de la variabilidad de experiencias, acciones y aprendizajes de cada farmacia entrevistada, pueden extraerse conclusiones comunes respecto a la atención farmacéutica prestada a la ciudadanía, la organización interna, el papel social desempeñado, las relaciones con otros profesionales de la salud y las administraciones, o el rol de futuro de la oficina de farmacia.
En general, en las farmacias se ha respondido a las necesidades de personas con covid-19, ya sea atendiendo o proporcionando información a pacientes y/o familiares, o dispensando las prescripciones a pacientes procedentes de centros sanitarios. Muchos de los profesionales farmacéuticos entrevistados destacan el “miedo” e “incertidumbre” de la ciudadanía en el periodo más crítico de la enfermedad, en el que se produjeron episodios puntuales de incomprensión entorno a la oficina de farmacia, por ejemplo, ante la falta de determinados productos de protección.
Las farmacias han permanecido abiertas dando servicio
Se considera esencial haber podido mantener el servicio farmacéutico, a pesar del gran esfuerzo económico y organizativo que esto ha supuesto. En la encuesta un 87,6% de farmacéuticos señalan que la pandemia les ha supuesto un importante esfuerzo organizativo, mientras que el 59,6% manifiestan que han debido realizar esfuerzo económico.
En este sentido, la farmacia ha podido organizarse de forma autónoma, sin apenas apoyo externo, para prestar y mantener el servicio. Gracias al esfuerzo propio los equipos han podido disponer de elementos de protección, implantar medidas de seguridad, desinfección y distancia, crear entornos de trabajo separados, etc. En este sentido, los farmacéuticos valoran especialmente complicado el proceso de compra de materiales de protección en la primera fase de la emergencia sanitaria.
Romper las barreras de actuación farmacéutica
La mayoría de las farmacias han llevado a cabo servicios que no podían realizar antes de la pandemia, como la entrega de medicación hospitalaria o el servicio a domicilio. En este sentido, se ha visto que, cuando ha sido necesario, se han eliminado barreras a la actuación de las farmacias que, hasta el momento, eran infranqueables. Los farmacéuticos valoran positivamente esta mayor actuación profesional y creen que debería tener continuidad en el futuro. Si la farmacia ya daba respuesta a las necesidades de las personas, durante la crisis se ha reforzado su capacidad de adaptación, según los testimonios recogidos.
En este período un 68,5% de las farmacias encuestadas ha realizado servicios a domicilio, un 73% ha entregado medicación hospitalaria, un 94,4% renovaciones o impresiones de planes de medicación caducados y un 97,8% acciones de información y atención sobre la covid-19.
Más de la mitad de las farmacias (53,9%) han llevado a cabo acciones e iniciativas de colaboración social (soporte a domicilio, programas de información a la ciudadanía, reparto y donación de materiales…) a través de organizaciones de voluntariado, instituciones o asociaciones locales durante la pandemia, viéndose reforzada su vertiente social y solidaria.
Mayoritariamente, las farmacias han reforzado los medios de atención y comunicación con pacientes y clientes de forma no presencial, porque el covid-19 ha obligado a reducir el contacto físico con las personas. Muchas farmacias ya tenían la posibilidad de acercase a ellos mediante las tecnologías, vía que puede tener un mayor recorrido en el futuro. Así lo señalan los entrevistados en el estudio cualitativo y también los encuestados (un 95,5% de encuestados indican que han utilizado alguna forma de comunicación no presencial).
Hacia una mayor coordinación con otros profesionales de la salud
Los farmacéuticos entrevistados coinciden en que existe poca comunicación con otros profesionales, como los equipos de los CAP, y que esto debería mejorarse. En algunos casos, la crisis sanitaria ha servido para fortalecer esta comunicación, pero en otros no. Esta mayor coordinación con los servicios y profesionales sanitarios es un aspecto muy importante a mejorar.
Esta situación se recoge también en la encuesta, donde un 52,8% considera que su relación con los profesionales del CAP es poco fluida y un 23,6% señala que es inexistente. Sólo un 1,1% la califica de muy fluida y un 22,5% de bastante fluida. La situación de pandemia ha supuesto una mejora de esta comunicación en un 34,8% de los casos.
En general, se percibe un mayor conocimiento por parte de la ciudadanía por lo que respecta a la labor de la farmacia, valorada como un servicio sanitario valioso. Sin embargo, no existe la misma coincidencia por lo que respecta a la valoración que realiza la Administración o los responsables sanitarios y políticos. Algunos farmacéuticos entrevistados consideran que ha mejorado y otros no perciben este mayor reconocimiento.
En la encuesta, este mayor reconocimiento de la ciudadanía se percibe en un 65,2% de los casos, mientras que en el caso de las administraciones y responsables políticos un 67,4% considera que no ha variado el reconocimiento.
Papel sanitario de futuro
En general, los farmacéuticos entrevistados creen que es importante reforzar las iniciativas, acciones y programas que responden al perfil más sanitario del farmacéutico. La farmacia está dispuesta a seguir este camino, pero la Administración debe apostar por ello, según las aportaciones recogidas.
Un 98,9% de encuestados consideran que la farmacia debería tener un papel más activo en el sistema público de salud, reforzando sus servicios y participando en campañas sanitarias. Así, por ejemplo, un 87,6% estaría dispuesto a participar en campañas de vacunación de la gripe, un 79,8% en acciones de seguimiento de pacientes crónicos y un 87,6% en programas de carácter social.
Respecto al abordaje de la covid-19, un 83,1% se implicaría activamente en el rastreo de casos y contactos, un 74,2% en la realización de pruebas de detección rápida a cargo del sistema público y un 83,1% en campañas de vacunación.
El estudio cualitativo se realizó mediante entrevistas personales entre los meses de julio y septiembre y la encuesta se llevó a cabo mediante formulario electrónico durante el mes de diciembre.